Frente a la amenaza taylorista

Medio día en Valencia, medio en Madrid. Por la mañana ha tenido el privilegio de dar la conferencia de apertura en el congreso nacional de RRHH, de finanzas y de marketing organizados por Manager Business Forum en la ciudad del Turia. El título: “Crisis, talento y amenaza taylorista”.

En 20 minutos, ha hablado de la crisis actual (crisis que los chinos simbolizan como peligro y como oportunidad), de lo que el talento significa (poner en valor lo que uno sabe, quiere y puede hacer), de los diez años que hemos cumplido en la “guerra por el talento” (término acuñado por la consultora McKinsey) y de las grandes oportunidades de mejora:

- La selección: Inteligencia vs Perfil de Talento
- La formación vs el Desarrollo
- La jefatura vs el Liderazgo
- La involucración vs el Compromiso
- El grupo vs el Equipo
- La retribución vs la Compensación
- El presupuesto vs el Proyecto

En un artículo de enero de 2008, McKinsey señalaba que “en esta última década las empresas han basado sus políticas de recursos humanos en mejorar sistemas y procesos y han menospreciado (sí, menospreciado) la gestión del talento. En esta línea, “sus esfuerzos han sido escasos o incorrectos”. Y añadía: “Muchas empresas siguen enfocando el talento como una cuestión táctica más que como un problema integral que está íntimamente ligado a la estrategia de negocio a largo, lo cual requiere la atención directa de la dirección y numerosos recursos”. Porque “más del 60% de los directivos cree que es un departamento administrativo, no un socio estratégico del negocio, y no se le evalúa por el éxito o fracaso de sus políticas de gestión del talento.”

Para evitar la “amenaza taylorista” (la vuelta al taylorismo del siglo XX), hemos de considerar que:
1. El Talento es puesta en Valor
2. La productividad depende de la Calidad Directiva
3. El Equipo obtiene sinergias
4. La Incertidumbre exige Estrategias
5. El Desarrollo es Coaching
6. Ser una EPT es Rentabilidad
7. El Cambio es una magnífica Oportunidad

Frente a los entornos tayloristas, entornos “leonardescos”, en los que domine la curiosidad, la vocación, el aprendizaje, la iniciativa, el dinamismo, la maestría, la reputación y el legado.

Confío en que buena parte de los directivos asistentes al acto en Valencia hayan sido capaces de extraer ciertas reflexiones y sobre todo de pasarlas a la acción, a su realidad de cambio personal y profesional.
Por la tarde, además de preparar propuestas con el equipo en la oficina, fiesta del día de la independencia de la República Dominicana. La embajada organizado un acto en el hotel Intercontinental. Además de Don Alejandro (el embajador) y su esposa, del equipo de la embajada, empresarios y directivos españoles y dominicanos, académicos, etc. Un buen momento para celebrar la amistad entre ambos países.