Todo ocurre por algo

Jornada en Valencia. La Cátedra Bancaja de Jóvenes emprendedores de la Universidad Politécnica de Valencia me ha invitado a cerrar el Curso 2008, en el que han participado como conferenciantes Juan Ramón Quintás (CECA), Álvaro Cuervo, Javier Fernández Aguado, Alejandro Vesga (director de la revista Emprendedores) y Pilar Jericó. Un quinteto de auténtico lujo, al que han tenido la amabilidad de integrarme.

El campus de la UPV (que este año cumple su 40º aniversario) es una autentica maravilla. El sol (32 grados de temperatura) lo convertía en un lugar idílico de aprendizaje. Se han entregado los premios de fin de carrera y después he tenido el honor de hablar durante un par de horas de El Liderazgo y el Talento a la hora de emprender. El Salón de Actos, prácticamente lleno.
He tratado de poner de manifiesto cómo se abusa del emprendizaje “chikilicuatre” (uno, “la idea genial”; dos, “el business plan”; tres, el presupuesto; cuatro, la subvención). Se abusa de la búsqueda de la idea genial, cuando lo principal es dar forma a la idea, aunque no sea perfectamente original (Zara, Mercadona, la Briuxa d’Or, Imaginarium y tantas otras no son ideas geniales, pero están muy bien ejecutadas). He comentado que “no se puede enseñar a emprender, pero sí aprender a emprender”. Y he desglosado la combinación de emociones (vocación, iniciativa, orientación al cliente, valentía, influencia, tándem, quinteto), de pensamiento (anticipación, visualización, cuadro de mando integral) y acción (ejecución, valores por encima de todo). He diferenciado entre negocios y autenticas empresas y destacado las claves para conseguir que una empresa dure (el 95% desaparece en los primeros cuatro años de vida).

Gabriel García está realizando una magnífica labor al frente de la Cátedra Bancaja de Emprendedores de esta Universidad Politécnica de valencia. Con humildad y rigor. Después hemos comido en un maravilloso restaurante de la ciudad del Turia. Una delicia.

Al llegar al aeropuerto, en la sala de Iberia ha entrado una señora que no tenía la tarjeta oro y, apurada, necesitaba enviar un mensaje por correo electrónico. Como los titulares de tarjeta podemos llevar un acompañante, me he ofrecido a que pasara. Al entregar de nuevo mi tarjeta de embarque, no me habían asignado los puntos. La azafata de la compañía (que no podía dejar pasar a la señora, porque era incumplir las normas, y se sintió aliviada por mi iniciativa) comentó tranquilamente : “Todo ocurre por algo”. Así es.

Leo el número de junio de la revista Emprendedores, ya en los kioscos: Gestionar en tiempos de crisis. Alejandro Vesga titula su editorial El buen emprendedor es también un aprendedor. Se refiere a Alberto Marcos, fundador de Top 30 (líder mundial en fabricación de rocódromos). Marcos ve la crisis como una nueva oportunidad de aprender. “Hay crisis, vale. Pero nuestra actitud ante ella condiciona mucho cómo nos va a afectar.” Excelente consejo, Alejandro.

Según figura en la propia publicación, Emprendedores es líder absoluto de publicaciones económicas con 203.000 lectores (EGM 1ª Oleada 2008). El de junio es un número muy completo: verdades y mentiras sobre China, análisis de las empresas 100 montaditos, Top 30 y Panoramio (comprada por Google), cómo retribuir a la fuerza comercial, cuándo pasar de autónomo a empresario, un especial sobre gestionar en tiempos de incertidumbre, recomendación de libros (entre ellos, La mujer líder, de Marta Romo), los 21 parques empresariales más interesantes de España, otro especial sobre seguro. Destaco especialmente el artículo La gestión de los genios, de Luis Lianes, un reportaje de ciencia-ficción sobre cómo gestionarían Maquiavelo, Pareto, Leonardo da Vinci y Don Quijote, en cinco páginas (la versión ampliada está en emprendedores.es). Pregunta a tres “expertos en gestión”, entre ellos a un servidor. Creo que le ha salido muy bien.

En el número anterior, Emprendedores ofrecía la posibilidad de comprar conjuntamente el libro No miedo, de Pilar Jericó, por 95 céntimos de euro más. La respuesta ha sido increíble, según señala la propia revista. No podía ser de otra manera. Muy buenos libros, muy buenas revistas económicas. Ya no hace falta cruzar el charco para hallar la excelencia. Me alegro muchísimo de estos derroteros. Sí, todo ocurre por algo.