Incipit vita nuova


Ayer sábado por la mañana fui a ver EX, una comedia dirigida por Fausto Brizzi. Divertida, emotiva, elegante y con un ritmo estupendo. En la mejor tradición de Manuale d’amore (la primera, porque la segunda parte era un pestiño). Más de dos millones de espectadores y diez candidaturas a los premios Donatello en el país transalpino. ¿Quién dice que el cine italiano está en crisis? Además, es para mayores de siete años y da gusto ir al cine con una niña de ocho años y comprobar que no tiene nada de qué escandalizarse.

Ex la distribuye en nuestro país Vértice 360º, cuyo presidente ejecutivo, mi admirado José María Irisarri, es entrevistado hoy por Inés Molina en Infoempleo (Grupo Vocento). Una magnífica entrevista. José Mª Irisarri quiere que su proyecto (que cotiza en bolsa desde diciembre de 2007) sea sólido, cada vez más grande y cumpliendo los objetivos. Nos cuenta que el 80% de los programas que estrena fracasa. Su secreto: “Nos enamoramos de lo que hacemos. Si no nos enamorásemos, trabajar 15, 18 horas al día, sería imposible. Nos volveríamos locos”. “Además, me rodeo de gente positiva. Un triste debe estar encerrado en un cuarto. En una organización tiene que haber un punto de buen rollo y el buen rollo lo da el carácter, un cierto optimismo, un espíritu luchador, de ilusión, de fuerza. Un jefe triste es lo peor”. “Un líder debe predicar con el ejemplo. Yo no soporto al jefe que va de jefe, que exige trabajar y no trabaja”. José Mª Irisarri es el ejemplo de directivo profesional en una empresa profesional (este año ha acumulado éxitos como Doctor Mateo en TV o Pagafantas en cine; estoy convencido de que Ex va a funcionar también muy bien). El otro día, José Luis Cuerda decía en una entrevista que el cine español se muere. No lo creo. Lo que creo es que nuestro cine (como nuestra sanidad, nuestra justicia, nuestra educación) tiene que profesionalizarse. Ni politizarse ni seguir siendo amateur (por supuesto, no me refiero a los directores, los productores, los guionistas, los actores… sino los gestores). Toda organización debe ser una meritocracia.

Sobre el resto de la prensa del fin de semana me quedo, en Expansión & Empleo, con el artículo sobre los directivos más buscados de Montse Mateos. Es el adiós a la megaestrella y la apuesta por valores como la autoconfianza, la ética, el compromiso, la inteligencia emocional, la orientación a resultados... “Necesitamos al ejecutivo clásico, con oficio, el que hace y hace hacer, porque resulta clave aportar gestión y eficiencia operativa, lo que implica la vuelta a los orígenes, a recuperar la vieja memntalidad del arte y oficio basada en el trabajo bien hecho, el precio eficiente y la diferencia cualitativa”, palabras de Mario Armero, Consejero Delegado de la Corporación Llorente y ex presidente de GE. En el mismo suplemento, Plácido Fajardo aporta Reflexiones de verano: “El verdadero crecimiento viene por la vía interior, y éste se cultiva mediante el pensamiento o la lectura, poco compatibles, por cierto, con nuestra civilización de las prisas y la inmediatez”.

En Empleo y Directivos de Cinco Días, Paz Álvarez repasa los libros de “recetas contra la crisis”. Muchos de mis favoritos (Enrique Alcat, Fernando Trías de Bes, Juan Fernández-Aceytuno). En El País. Negocios, Borja Vilaseca escribe que El poder aísla y corrompe. Trata la historia de Madoff y pregunta a Iñaki Piñuel, autor de Liderazgo Zero. “Con el tiempo, muchos directivos terminan perdiendo la perspectiva de su función profesional. Al aislarse en la soledad de sus despachos, su grado de desconexión aumenta y su nivel de egocentrismo se multiplica, lo que tiene efectos muy nocivos tanto para sí mismos como para las organizaciones que dirigen”. “Sólo aquellos que sirven a los demás con ética, empatía y humildad están predestinados a conservarse a lo más alto” (François Pérez, INFOVA). Efectivamente, se trata de servir a los demás, no de servirse de ellos.

Y en el ABC, José Medina (Odgers Berndtson) proclama ¡Benditas vacaciones! Nos propone tres semanas de verdadero descanso. Así lo haremos. Y Tatiana Rivas nos cuenta que ayer a las 11 se reunieron una decena de mujeres LIDERA en la Fundación Lázaro Galdiano. Con ellas, la consejera de la Comunidad de Madrid Paloma Adrados y la presidenta de Infoempleo María Benjumea. La tasa de paro de las mujeres madrileñas está ocho puntos por debajo de la media nacional y por debajo del desempleo masculino.

Esta tarde me he ido a ver la última cinta del argentino Eliseo Sibuela, No mires para abajo. La historia de Eloy, un joven de 19 años huérfano de padre que trabaja en el negocio familiar de lapidas y vive junto al cementerio en Buenos Aires. Conoce a Elvira (la italo-argentina Antonella Costa), una vecina nueve años mayor que vive en Barcelona y pasa las vacaciones estivales con su abuela. .Ella le adiestra en el sexo tántrico: le abre mente, cuerpo y espíritu. Incipit vita nuova (“comienza la nueva vida”), es la frase del poeta Dante al conocer a su amada Beatrice y el lema que lleva tatuado Elvira donde la espalda pierde su nombre. Muy poético e inspirador. Reconozco mi benevolencia hacia el director de El lado oscuro del corazón y Lifting del corazón. A la otra espectadora de la peli (éramos sólo dos en la sala, sesión de las cuatro) le ha gustado. A mí, francamente, no lo sé. No me ha parecido demasiado didáctica y sí algo lenta.

Por lo demás, seguimos en la “edad de oro del deporte español”. Alberto Contador ha conseguido su segundo Tour de France, dejando a Lance Armstrong tercero. Han vuelto del mundial de Roma nuestras nadadoras de la sincro (con Gemma Mengual a la cabeza) con siete medallas. El F. C. Barcelona golea 4-1 en la Wembley Cup. Y Rafa Nadal vuelve a la competición. Ejemplos notables de esfuerzo, talento y profesionalidad.