Vuelo de las 7,30 de la mañana desde San Sebastián a Madrid, para
disfrutar en casa del fin de semana.
Leo en Babelia, el suplemento cultural de El País, sobre el interés por
los libros de ciencia. Margarita Salas, la bioquímica de 73 años, proclama la
dedicación y el entusiasmo como claves de la ciencia. Javier Sampedro, en su
artículo Mundos Interiores, se
refiere a los textos que exploran la naturaleza de las facultades mentales. J.
M. Sánchez Ron se refiere a los libros que analizan la actividad neuronal…
Ricard Solé, autor de Vidas sintéticas, proclama
que “La verdad no es un concepto científico”. “Uno pensaría que la moral no es
un objeto científico y sin embargo esta suposición se está cuestionando
seriamente”.
Hablando de textos científicos de vanguardia, esta mañana compro dos de
ellos. Conectoma. Cómo ls conexiones
neuronales determinan nuestra identidad, de Sebastian Seung. Más allá del
genoma, las conexiones neuronales (el aprendizaje, en definitiva). Y El Campo fuente. Investigaciones, de
David Wilcock. Se trata del campo energético que sustenta el universo. Dos libros
voluminosos, sorprendentes, que a priori tienen muy buena pinta. “Caerán” a lo
largo de estos días.
Mi lectura de este sábado tan radiante y veraniego ha sido Diet coach, de Kimberly Willis. La
autora utiliza el proceso de coaching para que una persona esté en su peso
ideal y en forma. Muy pero que muy práctico, porque explica muy bien lo que
ocurre (la conexión entre lo físico y emocional en términos de energía, el
hambre real y emocional, la velocidad de digestión y el metabolismo) y utiliza técnicas
de digitopuntura, PNL, etc. Muy recomendable. Es un texto escrito a partir de
la práctica de años y años, y se nota.
Esta tarde he estado disfrutando (compré el DVD en la FNAC de L’Illa en
Barcelona el pasado martes) de Carmina o
revienta, escrita y dirigida por Paco León. La película me ha gustado
MUCHO. Y principalmente por tres razones: porque es muy natural (tanto Carmina,
la madre de Paco León, como su hermana María y el resto del reparto están muy
bien), parece un documental sobre una madre; porque la entrevista a la prota
(una señora de 58 años, una “madre coraje” que planta cara a las dificultades:
una hija que no ha estudiado, madre soltera de un crío de cuatro años, un
marido que trabaja en el bar porque no deben alterarle, el cobrador del frac)
reproduce lo que en el mundo del talento llamamos “entrevista de incidentes
críticos” (una traducción libre de “behavioral events interview, entrevista de
situaciones de comportamiento) y mientras ella lo narra, de fondo, observamos
la situación y su conducta; y porque sociológicamente es un retrato de la
Andalucía profunda, de sus bares, de sus comuniones, de su día a día.
Enhorabuena y gracias, Paco, por una película tan notable. He leído hoy
que lleva recaudado más de 140.000 euros y que además como productor eres un
hacha (“The Hole”, con ocupaciones del 70%, la creperie La Rue en Malasaña). Me alegro muchísimo de ese espíritu
emprendedor. Cualquier parecido con el personaje que interpretas en la serie
Aída, el Luisma, es mera coincidencia.