Sábado de cierre del séptimo Taller de Desarrollo
de otros dentro del Programa de Formación de Líderes de PEMEX. ¡Qué
profundamente agradecido le estoy a las
buenas gentes de Petróleos Mexicanos y de Amedirh por tanto aprendizaje!
Estoy tratando de leer mucho sobre este gran
país. Uno de los libros que más me ha interesado es Mañana o pasado. El misterio de los mexicanos, de Jorge Castañeda.
Jorge G. Castañeda (Ciudad de México, 1953) fue
Secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno de la República, ha sido
profesor de la UNAM durante un cuarto de siglo y en la actualidad es
catedrático en la NYU y articulista para los diarios Reforma y El País. Ha
escrito más de 15 libros.
En éste analiza la “idiosincrasia mexicana” desde
varios puntos de vista muy notables.
1. Por qué
los mexicanos rechazan los rascacielos y son malos para el fútbol. En los
Juegos Olímpicos de 2008, México obtuvo solo 2 medallas en Taekwondo y una en
clavados (saltos). Poco, para un país de 112 millones de habitantes. En fútbol,
nunca ha llegado más allá de cuartos de un Mundial a pesar de haber organizado
dos. De las 55 medallas obtenidas en los Juegos hasta Pekín, 47 han sido en
deportes individuales. El autor habla del carácter individualista, con pocos ejercicios
colectivos en la historia. En EE UU hay dos millones de organizaciones civiles
(una por cada 150 habitantes) y en México, 8.500 (una por cada 13.000
habitantes). Parte de la cultura hispánica: “El español tiene que ser rebelde a
todo encadenamiento por parte de la vida colectiva y es, en consecuencia, un
individualista” (Salvador de Madariaga). Hay un rechazo feroz a la vivienda
comunitaria.
2. Por fin:
una clase media mexicana. Entre 1992 y 2008, la pobreza extrema
(nutricional, porque no llega para comer) ha descendido del 21’4% al 18’2%. Hoy
México es una sociedad de clase media, con poco más de la mitad de los hogares.
En 2030 será el 92%. Hay que recordar que Mñexico tiene la recaudación fiscal
más baja de la OCDE.
3. Víctimas
y enemigos del conflicto y la competencia. “Nos gusta vernos como víctimas
y también amamos a las víctimas”, escribe Jorge Castañeda. Es la inclinación al
sufrimiento, al mártir. Su identidad es una mezcla cultural impuesta (por
Cortés y sus seguidores). Fruto de un dominio autoritario, elitista y
proestadounidense son los 35 años de Porfiriato y las siete décadas del PRI. “A
los mexicanos les gusta envolver hasta sus actos más insignificantes en un halo
de misterio” (Alexander von Humboldt). Y evitan los conflictos a toda costa,
por temor a la violencia (desde la “Conqiusta” y su leyenda negra) y por no
querer competir (en las encuestas de valores, el 84% prefiere cooperar y solo
el 16% competir). “El mexicano se siente, por dentro, frágil” (Emilio Uranga).
Por eso hay una expresión nacional: “se fue como las chachas”.
4. Por fin,
una democracia mexicana. Hoy México es una democracia verdadera,
representativa, a pesar de sus defectos: sistema de justicia, narco,
tripartidismo, amiguismo a gran escala… “México y los mexicanos han hecho de
esquivar la contradicción, la confrontación y el conflicto, a una escala
personal, política e incluso internacional, una forma de vida que permitió, en
su momento la supervivencia de su pueblo y su emergencia como nación. Hoy este
modo de vida obstruye el paso a la modernidad de ese mismo pueblo y esa misma
nación”.
5. El poder
del pasado y el miedo a lo extranjero. “México voltea hacia atrás y se
deprime; Estados Unidos mira hacia delante y olvida” (Octavio Paz). ¿Hernán
Cortés conquistó el Imperio azteca con 400 hombres y 12 caballos? En realidad,
no. Fue la epidemia de viruela procedente de Cuba en 1520 y el descontento
masivo de otros pueblos indígenas, que el extremeño supo canalizar muy bien.
México es un país de rituales como pocos (el rito es “un sustituto para
esquivar situaciones incómodas”). De una hospitalidad legendaria, con cierta
desconfianza a lo extranjero, especialmente de EE UU, con quien guarda una
relación ambivalente (más de un millón de mexicanos en el “vecino del norte”).
6. Por fin:
¿una sociedad abierta, una economía abierta, una mente abierta? Desde 1895,
EE UU ha sido el socio comercial más importantes de México, con más del 80% de
las exportaciones (China, el 7’5% y la Unión Europea el 8%). “México se halla
todavía muy distante de la consolidación de su máximo potencial como destino
turístico de clase mundial. Podríamos recibir más de 50 millones de visitantes
cada año” (los que recibe España; hasta ahora México recibe 22 millones). El
porcentaje de inversión extranjera sobre el PIB fue del 2’5% en 2005 y del 1’8%
en 2008. El reto es crecer, sin duda.
7. Leyes
ilusorias y cinismo sin ley. De la herencia colonial, la corrupción y la
ilegalidad. Patrimonialismo (intrusión de la vida privada en la esfera
pública), ignorar la ley… “El que no transa no avanza” o “no roba, pero se le
pega el dinero”. Es el “legalismo mágico mexicano” (Jaime Sánchez Susarrey). El
75% de los mexicanos opina que en términos generales las leyes no son justas.
El libro cuenta la historia de Elba Esther Gordillo, la maestra, que domina el sindicato de profesores desde hace dos
décadas. “Los mexicanos apoyan la guerra del gobierno contra el narco, pero
dudan que pueda ser ganada”.
8. ¿El
imperio de la ley, o la ley del rey? Los cuatro retos son la “marca” de
crimen organizado, tráfico de drogas y lucha contra el narco; la economía
informal, que es una plaga; el desprecio por la ley y la tolerancia por la
corrupción y el desaprovechamiento de la diversidad. Sobre la droga, más del 3%
de la población es adicta en EE UU (en México, el 0’4%). El narcotráfico es
producto tanto de la demanda como de la oferta. En 2009, el porcentaje de
violencia nacional fue de 18 homicidios dolosos por cada 100.000 habitantes (El
Salvador, 49; Venezuela, 48; Guatemala, 43; Colombia, 34; Brasil, 26).
9. El
futuro en tiempo real. El autor mantiene la esperanza en los 6 millones de
migrantes mexicanos en EE UU (un tercio, con doble nacionalidad) y los otros
6’5 M de no autorizados, que son el 4’2% de la población estadounidense.
Cumplen las leyes, su criminalidad es mínima y son un ejemplo positivo para los
demás. Su ahorro y respeto por la ley son encomiables. “Los mexicanos en
Estados Unidos se organizan y se asocian casi tanto como lo hacen los
estadounidenses, y mucho más que los mexicanos en México”. Además, es el
momento de las mujeres: en lugar del “cantinfleo” (oratoria sin fin), ellas van
al grano.
Jorge Castañeda concluye: “Un México mejor es
aquel que deja sus demonios y terrores en el pasado y se concentra en sus
pasiones y su personalidad ese México está ya en el horizonte, pero el último
jalón siempre es el más duro”.
Un gran momento para vivirlo, no cabe duda.
Mi agradecimiento a los pensadores que, como Jorge
Castañeda, nos invitan a la reflexión sobre el carácter nacional de este gran
país. Y a las instituciones que, como Pemex o Amedirh, están a la vanguardia de
este México mejor.