Nuestro talento artístico necesita de una industria


Jornada en Galicia, principalmente en Vigo (una ciudad industrial, cultural y social que me gusta mucho) y vuelta a Madrid.
El pasado miércoles tuve la suerte de asistir a varios Microteatros por dinero (el nombre no me parece muy acertado, porque lo Micro no suele gustar y en realidad por dinero, tampoco es). Se trata de representaciones teatrales de unos 12 minutos en una sala en la que caben (sentados y de pie) una docena de espectadores y que interpretan 2-3 actrices y actores. El precio por función, 4 euros.
Pues bien, a las 23,35 (con mis amigos el mago de la tecnología 3D Miki Perera, el extraordinario tenor Miguel Borrallo, la enorme estilista Eva del Ruste (100% actitud) y la gran fotógrafa Sara Zorraquino) fuimos a ver, en la llamada “Sesión Golfa”, la obra Arde Papi, escrita por Samuel del Moral e Inés París, dirigida por Inés París (sí, la directora de películas como A mi madre le gustan las mujeres, Semen. Una historia de amor y Miguel y William), interpretada por Cris Serrato y Óscar Villalobos. Sinopsis: Un hombre joven recibe la llamada de una teleoperadora. Lo que se inició como una conversación comercial de pronto se convierte en sexo “oral”. Una comedia entretenidísima con Cris Serrato y con Óscar estupendos.
A las 12 de la noche los mismo cinco vimos Cuelga tú, escrita por Santiago Pajares, dirigida por J. Enrique Sánchez e interpretada por Alicia Lobo y Xavier Olza. Un historia de una pareja que se dicen por teléfono cosas intrascendentes. Pero claro, alguien tiene que colgar primero. Muy divertida.
Y a las 12, 30 h, la tercera de las obras, Una comedia angenital, escrita y dirigida por Luis Sánchez-Polack, interpretada por Verónica Larios, Juan Gravina y Darío Frías. Sinopsis: Cansado de su condición asexual y servil, un querubín ha abierto las puertas del cielo. Dos ángeles custodios (chico y chica, porque ellos sí tienen sexo) deberán resolver la crisis para evitar la ira divina. También estupenda, muy graciosa y ocurrente.
Nos faltó por ver (la noche no daba para más) Toc Toc! de Iván Morales, dirigida por Borja Rodríguez con Fernando Ramallo y Menchu Alcalá.
Teatro por dinero está en Loreto y Chicote, 9, una calle peatonal cercana a la plaza de la Luna y a la Gran Vía.
El Talento artístico es una maravilla y la sensación de cercanía que da el teatro, inigualable. Sin embargo, me estuve preguntando por el “modelo de negocio” de todo ello. Actrices, actores, directoras y directores, guionistas… un montón de talento para que unos pocos, unos muy pocos, disfrutemos de tan sublime espectáculo (por 4 euros la función, más unos dos euros que costaba la cervecita; se ve que todo esto se hace “por amor al arte”).
El Talento artístico (el teatro, el cine, la cultura en la televisión) necesita de una industria. Necesita de un sistema socio-económico que equipare la oferta (una oferta sensacional, en la que “Spain is cool”, mola un montón) con la demanda (raquítica). Toda industria (del latín, del mismo nombre) se define como el proceso de convertir la materia prima (la suma de talentos artísticos) en productos terminados (la función, el espectáculo).
A los economistas nos enseñan la ley de los mercados o “ley de Say” en honor al fisiócrata francés Jean-Baptiste Say: “Un producto terminado ofrece, desde ese preciso instante, un mercado a otros productos por todo el monto de su valor. En efecto, cuando un productor termina un producto, su mayor deseo es venderlo, para que el valor de dicho producto no permanezca improductivo en sus manos. Pero no está menos apresurado por deshacerse del dinero que le provee su venta, para que el valor del dinero tampoco quede improductivo. Ahora bien, no podemos deshacernos del dinero más que motivados por el deseo de comprar un producto cualquiera. Vemos entonces que el simple hecho de la formación de un producto abre, desde ese preciso instante, un mercado a otros productos” (1803). Es decir, que “toda oferta crea su propia demanda”. No es verdad, al menos en las circunstancias actuales.
Debemos crear una oferta, una buena oferta (me consta que la del Microteatro por dinero la es) y dedicar al menos el mismo esfuerzo a generar la demanda necesaria. Porque no ocurre como en la película Campo de sueños, interpretada por Kevin Costner. Si construyes el campo, no viene el público porque sí.
¿Cómo generar la demanda? Hay tres prerrequisitos: un buen producto o servicio, una mentalidad de marketing (es decir, reconocer y apreciar su importancia, actuar para que el producto o servicio se posicione en el mercado) y dinero o tiempo (en este caso, pueden ser sustitutivos, porque las personas que disponen de dinero no suelen contar con tiempo y viceversa) que hay que invertir para rentabilizar.
Supongamos que el presupuesto de marketing es “cero euros” (lo normal en el mundo artístico). Entonces, ¿qué podemos hacer? Acudo a mi admirado Javier Rovira, profesor de ESIC y uno de los más grandes en esto del marketing actual, que en su libro Consumering nos recomienda:
Estos serían los pasos para hacerlo:
Paso 1. Vete de compras. Deja la oficina, ponte un zapato cómodo y vete a visitar el mercado. Mira cómo tus consumidores o los de la competencia hacen las cosas. Y, mucho mejor, si puedes habla con ellos.
   Paso 2. Date un ‘buen baño’ en la realidad de tu negocio. Haz una profunda revisión de tu negocio. No desde el punto de vista crítico sino meramente informativo. No intentes cambiar nada, sólo ve el grado de coherencia que ha tenido tu marca/empresa en los últimos tiempos.
   Paso 3. Cómprate un lápiz nuevo... y dibuja. Cuando hayas terminado, sigue sin criticar, sencillamente dibuja un escenario de lo que quieres hacer con tu marca/empresa y compáralo con la situación actual.
   Paso 4. Tiza y pizarra. Reúne a tus directivos, vendedores, a los que tratan con los clientes y pídeles que te den ideas. Sigue sin criticar. Toma nota y compara con tus propuestas. Revalúa y decide que hacer. Téstalo con algunos consumidores.
   Paso 5. Conecta la megafonía. Cuando tengas tu plan, reúne a los tuyos y comunícales lo que se va a hacer. Pide un plan por cada departamento.
   Paso 6. Mide. Vuelve al mercado y ve la diferencia entre lo que hacían antes y hacen ahora los consumidores para poder corregir, si es necesario.
Paso 7. Ve al taller a los 10.000 km. Cuando empieces a mejorar en rentabilidad, ve a un especialista para que ajuste y mejore lo que has hecho.

En definitiva, un plan de marketing de presupuesto cero para la cultura requiere de visitas (ver qué hay), revisión, visión (de lo que quieres), propuestas, evangelizadores (“la tribu”, como diría Seth Godin, dispuesta a luchar por ese producto o servicio), medición y mejora continua. ¡Eres grande, Javier Rovira!

Creo que le voy a dedicar cierto tiempo esta temporada a ayudar a generar una industria cultural a partir del enorme talento artístico que tenemos.
Mi agradecimiento a todas las personas involucradas en el Microteatro, al talento artístico en general y a los grandes del marketing como Javier Rovira, Seth Godin o Guy Kawasaki, que tan buenas ideas nos aportáis.
PD: Y mi enhorabuena a Mourinho por la Supercopa (el Código Mourinho se está cumpliendo) y a Unai Emery por meter al Spartak de Moscú en la fase de grupos de la Champions. Su equipo salió invicto del infierno del Fenerbahçe. Atención, porque el equipo de Unai puede ser una de las sorpresas de la temporada, merced a su Mentalidad Ganadora.