Qué pasará si trabajamos más años


Tercer día de “trabajo”, en la nueva temporada.
El otro día, Tino Fernández publicó en Expansión un artículo que me hizo pensar. Se titulaba Qué pasará si trabajamos más años.
Se refería Tino a la posibilidad de extender la vida laboral a los 70 años, con una probabilidad bastante elevada. “El último estudio de The Future Workplace –Multiple Generations @ Work– plantea a diversas generaciones una cuestión: ¿Cómo aceptarían tener que trabajar incluso más allá de los 70 años? Un 77% de los baby boomers (entre los 48 y los 66 años) cree que esto es ya inevitable. Lo curioso es que un 82% de los que pertenecen a la Generación X (entre 36 y 47 años) aceptan el hecho”. A partir de ahí, un análisis sobre las distintas generaciones: tradicionalistas baby boomers, Generación X, Millenials o Generación Y y Generación Z ó 2020. “En 2030, cuando el primer boomer alcance los 84 años, el 20% de la población estadounidense será mayor de 65 años”. Y conceptos como “Son necesarias políticas de reclutamiento que se ajusten a los criterios del mercado y que tengan en cuenta la experiencia como un valor añadido, con la aplicación de estrategias específicas que permitan a los mayores mantener su rendimiento” o “Esta convivencia intergeneracional obligará a concebir nuevos modelos de empresa y a rediseñar los itinerarios profesionales: las nuevas generaciones presentan un modelo de colaboración no tan estructurado como el de las anteriores. Tienen menos experiencia y conocimientos de gestión de personas, y habrán pasado por más compañías. Esto complica las relaciones interculturales y la gestión de equipos”.
Ya, ya, pero la pregunta era “¿Qué pasará si trabajamos más años?” Respuesta: QUE NOS MORIMOS ANTES.
El otro día citaba en este blog el libro de Salvador Alva (Tu Vida, Tu Negocio)  y a partir de él el estudio del Dr. Ephrem (Siao Chung) Cheng, sobre la edad de jubilación de los empleados de Boeing Aerospace y su edad de fallecimiento a través de sus cheques de pensiones. Los que se jubilaron a los 50 vivieron hasta los 86; los que se retiraron a los 65 vivieron hasta los 66’8 años.
Podemos ver un interesante vídeo de Youtube al respecto: www.youtube.com/watch?v=jebeR_9IFRE y un informe del Dr. Sing Lin: Optimum Strategies for Creativity and Longevity
http://faculty.kfupm.edu.sa/coe/gutub/english_misc/retire1.htm

Esperanza de vida y edad de jubilación

Jubilación
Muerte
49.9
86
51.2
85.3
52.5
84.6
53.8
83.9
55.1
83.2
56.4
82.5
57.2
81.4
58.3
80
59.2
78.5
60.1
76.8
61
74.5
62.1
71.8
63.1
69.3
64.1
67.9
65.2
66.8


Moraleja: por cada año de trabajo más allá de los 55 se pierden dos años de vida.  El Dr. T. Chai hizo similares estudios en Bell Labs y Lockheed y Paul Tien-Lin Ho en Ford,  con resultados muy parecidos. Quien se retira  a partir de los 65, apenas disfrutará de un año y medio más de vida. Y a partir de los 67 la “vida laboral” es casi inexistente.
Esas son las malas noticias: el trabajo, a partir de los 55, te va matando.
Las buenas es que no todo es trabajo. ¿Y si en la pregunta Qué pasará si trabajamos más años ponemos el foco en “trabajar”?
He leído el pasado fin de semana una entrevista muy interesante al gran director de cine Carlos Saura. 80 años y sigue “trabajando”. Lo mismo podríamos decir de la gran Nuria Espert, que continúa “trabajando”. O del sociólogo Zygmunt Bauman, que ha estado estos días en Castellón. Este premio Príncipe de Asturias continúa “trabajando”, difundiendo los males de una sociedad que ha confundido la felicidad con el consumo. Los artistas (los “imprescindibles”, que diría Seth Godin) no solo no mueren si siguen “trabajando”, sino que trabajar en lo que les gusta les da la vida.
 De nuestros mayores empresarios, Amancio Ortega, 76 años; Isidoro Álvarez, 77 años;  Emilio Botín, 78 años. De nuestros pensadores, José Antonio Marina, 73 años; Eduardo Punset, 76 años; Federico Mayor Zaragoza, 78 años; José Luis Sampedro, 95 años. De nuestros escritores, Ángel González siguió escribiendo poemas hasta los 83 años y Francisco Ayala hasta pasados los 100. Y mi admirado Leopoldo Flores, el gran pintor mexicano, sigue pintando a los 76 años a pesar de su Parkinson. No puede ni quiere evitar la creación.
Lo que debe cambiar es la naturaleza del trabajo. La vida laboral como tortura (al fin y al cabo, de ahí proviene el término: “trepalium” era un instrumento de tortura aplicado a los esclavos en el Imperio Romano) no debe prolongarse más allá de los 55 porque es muy tóxica. El trabajo como libertad, como vocación, como placer, ha de ser para toda la vida.
Que las parcas te pillen creando; que una buena muerte sea la consecuencia natural de una “buena vida”.
Dichosos los que “trabajamos” en lo que nos gusta, porque llenamos de vida nuestros años, más que tener años de vida.