Los dos sentidos del Compromiso


Noveno Taller de Desarrollo de Otros dentro del Programa de Formación de Líderes de Pemex. Y último del año. Este de Cuernavaca, la ciudad de la eterna primavera, ha sido una magnífica oportunidad para aprender juntos con una cincuentena de grandes profesionales de la primera empresa de México y de Iberoamérica.
Por fin encontré (y he estado leyendo) un libro sobre el Compromiso de Caspe. Se titula Caspe 1412. Los relatos del Compromiso y está escrito por nueve expertos en aquel momento histórico: Fernando Aínsa, Almudena de Arteaga, José Calvo Poyato, José Luis Corral, José Manuel García Marín, Jesús Maeso de la Torre, Toti Martínez de Lezea, Javier Sierra y Margarita Torres. Como nueve fueron los compromisarios que eligieron al rey de Aragón hace 700 años.
El 31 de mayo de 1410 falleció, sin heredero, el rey Martín el Humano, último representante de una dinastía que reinaba en la corona de Aragón desde 1137 por el matrimonio de Petronila, hija de Ramiro II de Aragón, con Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona. Así, el hijo de ambos, Alfonso II, fue rey de Aragón y conde de Barcelona.
Con la muerte de Martín el Humano se postulan varios candidatos a la corona: Fernando de Antequera, hijo de Juan I de Castilla y Leonor de Aragón, hija a su vez de Pedro IV de Aragón; Jaime de Urgel, hijo de Pedro de Urgel, sobrino de Pedro IV de Aragón; Luis de Anjou, hijo de Violante, la hija de Juan I de Aragón; Alfonso de Gandía, hijo de Pedro de Ribagorza. Y había otro dos candidatos, que pronto fueron descartados: Federico de Lina, hijo ilegítimo de Martín de Sicilia, hijo a su vez de Martín el Humano que falleció antes que él; Isabel de Aragón, esposa de Jaime de Urgel e hija de Pedro IV.
En lugar de provocar una guerra civil (de las tantas que ha habido en la Península Ibérica en los últimos siete siglos), los estados de la Corona de Aragón decidieron encontrar un candidato de consenso. Los aragoneses, con el justicia mayor y el gobernador del reino, se reunieron en asamblea en Calatayud en la primavera de 1411 para elegir el procedimiento. Los catalanes se reunieron en Tortosa y los valencianos hicieron lo propio. En febrero de 1412 se llegó al acuerdo de que cada uno de los tres Estados designaría a tres representantes y  los nueve se reunirían en la villa de Caspe para designar al monarca que más lo mereciera. Una meritocracia (tan propia del talentismo) en los inicios del siglo XV.
Tras semanas de deliberaciones, el 28 de junio de 1412 el dominico valenciano Vicente Ferrer, uno de los nueve compromisarios, fue el encargado de leer la resolución. El elegido fue Fernando de Antequera, en esos momentos regente de Castilla y León por la minoría de edad de su sobrino Enrique III. Votaron a favor de él los tres delegados aragoneses (el obispo de Huesca, Francés de Aranda y Berenguer de Bardají), dos de los valencianos (el mencionado Vicente Ferrer y Bonifacio Ferre) y uno de los catalanes (Bernal de Gualbes). Los otros dos compromisarios catalanes (el arzobispo de Tarragona y Guillén de Valseca) optaron por Jaime de Urgel  incluso por el duque de Gandía; el tercer valenciano, Pedro Beltrán, se abstuvo por incorporarse tarde a las deliberaciones.
El Compromiso fue un logro extraordinario. Jaime de Urgel se opuso al resultado y resistió, apoyado por algunos nobles aragoneses, hasta que en octubre de 1413 se rindió en Balaguer y estuvo preso hasta el fin de sus días.
“El Compromiso de Caspe puede ser un ejemplo, que no un modelo, para dirimir futuros problemas en la Unión Europea” (José Luis Corral). Quienes hayáis leído El Capitalismo al Talentismo habréis leído que a Europa no le queda otra que un Compromiso similar para salir del bache histórico en el que se encuentra inmersa.
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define Compromiso en su 23ª edición con siete acepciones:
1. m. Obligación contraída.
2. m. Palabra dada.
3. m. Dificultad, embarazo, empeño. Estoy en un compromiso.
4. m. Delegación que para proveer ciertos cargos eclesiásticos o civiles hacen los electores en uno o más de ellos a fin de que designen el que haya de ser nombrado.
5. m. Promesa de matrimonio.
6. m. Der. Convenio entre litigantes, por el cual someten su litigio a árbitros o amigables componedores.
7. m. Der. Escritura o instrumento en que las partes otorgan este convenio.   

El Compromiso, es por tanto, obligación contraída, palabra dada (prometerte con algo –un proyecto colectivo- y/o con alguien que te merece credibilidad).
Muchos entendemos el Talento como Capacidad por Compromiso en el Contexto adecuado. Un Compromiso que resulta de cuatro energías interconectadas: física, mental, emocional y de valores. El Compromiso como “poner toda la carne en el asador” para lograr lo que nos proponemos. 
México acaba de dar un impulso a su transformación con un Compromiso, un acuerdo, que se ha llamado Pacto por México. Y se recuerda que es una especie de Pactos de la Moncloa. Compromisos históricos que permiten un salto adelante.
Lástima que, una vez más, no hayamos sabido/querido/podido poner en valor un Compromiso como el de Caspe. Lástima que, 35 años después, nuestros líderes políticos y sociales se sientan incapaces de alcanzar un Compromiso como los Pactos de la Moncloa. Y lástima que los llamados “líderes” de la Unión Europea no tengan la grandeza de sus predecesores para alcanzar Compromisos de magnitud.
Nunca perderemos la esperanza.
Mi agradecimiento a quienes sí apuestan por el Compromiso, el acuerdo, y quienes muestran Compromiso, ponen su energía en los proyectos.