Ya llegan las nuevas líderes


Ayer, hoy y mañana (y el martes, miércoles y jueves de la semana que viene) estoy trabajando con 92 profesionales de Fundosa y Ceosa (elegidos entre los más de 30.000 de estos dos grupos de ONCE) en talleres sobre Liderazgo en Acción. Si el mes pasado aprendimos juntos las claves del Liderazgo como “talento para influir decisivamente en los demás” (autoridad moral, credibilidad), este mes de febrero nos hemos centrado en las siete actividades del liderazgo (me temo que “los estilos de liderazgo” no existen; cada uno tenemos nuestro propio estilo de liderazgo, configurado a partir de distintas actividades, hasta siete, desde mandar hasta representar las mejores prácticas), en las variables de clima, en la motivación (erradicando “el palo y la zanahoria”, la motivación extrínseca, y apostando el todo por el todo, siguiendo a Daniel Pink y su Sorprendente verdad sobre lo que nos motiva, por la motivación intrínseca: autonomía, maestría y propósito), en la toxicidad (la gente tóxica, los jefes tóxicos) y en la felicidad (con las “doce actividades deliberadas” según las investigaciones de Sonja Lyubomirsky. Gracias a estos magníficos profesionales de la ONCE que son ejemplos de liderazgo eficaz.
Y hablando de felicidad, mi buena amiga Mónica Esgueva, el mejor puente que tenemos entre la filosofía oriental y occidental (pasa largas temporadas recibiendo enseñanzas del Dalai Lama en el Himalaya) me ha mandado su tercer y nuevo libro Los 3 pilares de la felicidad. Con prólogo de Isabel Sartorius, el texto de Mónica consta de tres partes: el inconsciente, las visiones de Oriente y el cerebro (un instrumento fascinante).
Mi cita favorita del libro es de Steinbeck: “Un alma triste mata más que cualquier bacteria”.
Me ha gustado mucho el nuevo libro de Mónica Esgueva, que incorpora los nuevos descubrimientos sobre este cerebro tan plástico que tenemos.
Somos un país de almas tristes. En su día, pensé que el liderazgo femenino (Esperanza Aguirre, por parte del PP, y Carme Chacón, por el PSOE) tomaría las riendas de nuestro país. No sé si se producirá algún día.
De momento, aparecen dos nuevas líderes. Beatriz Talegón, joven que abroncó a los líderes de la Internacional Socialista por reunirse en hoteles de lujo, por su hipocresía y por ser “incapaces de resolver los problemas que ellos han creado”. "Os exigimos de una vez por todas que la Internacional tenga sentido, no hagáis que los jóvenes nos avergoncemos". http://politica.elpais.com/politica/2013/02/11/actualidad/1360616436_739573.html
Como dijo Einstein, los problemas no pueden resolverse al nivel que fueron creados.
Beatriz Talegón a los jóvenes socialistas, como Ruth Carrasco o Raúl Gil Benito, que reclaman un relevo generacional. De ell@s es el futuro, ojalá que cercano.
Y Ada Colau, portavoz de la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca), que ha conseguido que prospere una iniciativa popular contra los desahucios. Sin duda se pasó llamando “criminal” al secretario general de la AEB, pero es la imagen de los indignados: “Hemos demostrado que si unimos y si nos lo creemos, podemos cambiar las cosas”.
Nuevas líderes para un nuevo tiempo.
Permanece atent@ a la realidad, que es superior a la ficción.