El Talentismo como segundo Renacimiento


Disfruté mucho ayer en Barcelona en la jornada de MANPOWERGroup y AEDIPE Catalunya sobre Desarrollo del Talento. La Casa MACAYA (Obra Social de CAIXABANK) es un lugar precioso para aprender juntos y reflexionar sobre la nueva era en la que el Talento es más escaso que el Capital. Tras la presentación de Ricard Alfaro, presidente de AEDIPE Catalunya, y de Loles Sala, directora de RR HH de Manpower, un servidor ha hablado de Talentismo en un mundo cambiante. Y después una mesa de lujo, con los DRH de Codorniu, DAMM y Catalana Occidente, tres empresas catalanas cuyas prácticas de gestión del talento son ejemplares.
Enhorabuena a Ricard, Jesús y todo el equipo de AEDIPE Catalunya, y a Raúl, Loles, Santiago, Rafa, Teresa y todo el equipo de MANPOWER. Este tipo de iniciativas añaden un alto valor.
He estado leyendo en el último número de la revista de AEDIPE Catalunya el artículo de Guillermo Dorronsoro, decano de la Deusto Business School (una mente y un corazón a quienes aprecio especialmente): “Miradas nuevas para construir un nuevo Renacimiento”. Guillermo nos propone jugar en dos tableros con la mirada puesta en el largo plazo y esforzarnos en adaptar la perspectiva, con seis miradas:
- La mirada de Leonardo, el hombre renacentista (cambio de sistema, curiosidad intelectual, vuelta a los clásicos).
- La mirada de Ulises, el viajero (como nos recordaba el gran Eduardo García Erquiaga en Santiago el pasado martes, Homero ponía “motes” a los protagonistas, y el de Ulises era “fecundo en recursos). Debemos viajar a Ítaca, porque el viaje es el destino.
- La mirada de Indiana Jones, el estratega emergente: Indyploy (valores, conectividad, confianza para ir improvisando a partir de la planificación).
- La mirada meteorológica (el clima es el sistema complejo por excelencia). Redes sociales.
- La mirada de Charles Handy, un pensador insustituible (un servidor tuvo la inmensa fortuna de estar en casa de Elizabeth y Charles Handy en Londres hace muchos años). La idea de que el destino no está escrito, que lo podemos y debemos cambiar.
- La mirada paradójica: el camino del Tao. Toda verdad encierra en sí misma una paradoja.
Un artículo brillantísimo. De la jornada sobre RSE en positiu que celebró en octubre AEDIPE Catalunya en el auditorio MRW, me quedo con estas 10 frases:
“El talento es un elemento disruptivo: hay que predicar la revolución del talento. Una compañía es positiva por el talento de las personas que lo integran: es lo que marca la diferencia en el siglo XXI” (José Luis Montes, Wikihapiness).
“La única manera de crear valor es la búsqueda del compromiso” (Guillermo Dorronsoro, DBS).
“Luchamos constantemente contra la paradoja” (Rosa Mª Ollé y Anna Forés, autoras de libros de Resiliencia).
“La belleza está en quien la mira” (Jordi Grané, Ayuntamiento de Barcelona).
“Padecemos permanentemente un estado de infoxicación (empacho de información)” (David Comí, Incrementis).
“La salud es un concepto integral de cuerpo-mente-entorno-empresa” (Francisco Martínez-Losa, Escuela Ancestres).
“La redarquía es imparable: se trabajará en entornos colaborativos y adaptables donde la jerarquía dejará de tener una razón de ser y donde se potenciará el talento de las personas que la forman” (Laura Rosillo, L R Soul).
“En nuestra organización se trabaja duro, se exige, pero no hay estrés. El respeto y la buena educación son fundamentales y hay un buen clima de trabajo” (Montse Puchol, UPC Net).
“Las dificultades de nuestro personal nos han hecho reflexionar y aprender sobre la importancia de la vida personal y su influencia en el trabajo. La conciliación de toda la plantilla es importante, y eso que somos una pequeña empresa dentro del sector de comercio” (Carmen Marcet, Casamitjana Mobles).
“Nuestros trabajadores hacen taichí en un momento de descanso del trabajo y les encanta. Los trabajadores que no lo hacen lo han interiorizado y lo ven muy bien. A todo el mundo le beneficia, incluso a quien observa: el clima mejora, el estrés disminuye”.
Hemos llegado a un punto en que sabemos bien lo que tenemos que hacer. Hacerlo o no es cuestión de atrevimiento, de coraje, de valentía. Apostar (consciente o inconscientemente) por el talentismo, por el humanismo, por el segundo Renacimiento, o quejarnos desde el taylorismo, desde el tardo-capitalismo, es una opción vital  individual y colectiva.
Mi profunda gratitud a quienes luchan ya por este segundo Renacimiento, en la línea que preconizan Guillermo Dorronsoro, Raúl Grijalba, Ricard Alfaro y sus gentes.