Una
de las lecturas que me he traído a este viaje a Ecuador es Nunca es demasiado tarde. El poder del pensamiento a largo plazo,
de Tom Butler-Bowdon, que se acaba de publicar en castellano este mes de julio.
Tom es economista por la Universidad de Sidney, trabajó de asesor político y lo
dejó para escribir 50 clásicos de la
autoayuda. Actualmente reside en Gran Bretaña, es un autor de prestigio y
colabora en varios medios australianos, británicos y norteamericanos. Dedica
esta obra a los padres, “que aguardan pacientemente a que sus hijos den lo
mejor de sí mismos” y a las parejas, “que creen que el potencial de su ser
querido se hará realidad”.
El
texto parte de una cita de Anthony Robbins, el gurú de la motivación: “La
mayoría de la gente sobreestima lo que es capaz de conseguir en un año y
subestima lo que puede conseguir en una década”. Sí, la inspiración no puede
sustituir al esfuerzo y debemos aceptar el papel esencial que tiene el tiempo
en el éxito.
Tom
Butler-Bowdon nos presenta diez principios muy útiles:
1.
Si tienes en cuenta el “periodo de gestación”, podrás alcanzar cualquier gran
proyecto, habilidad o empresa que te propongas. “Yo no evoluciono, yo soy”
(Pablo Picasso). Tom pone como ejemplo a Warren Buffet, el mayor inversor, que
tiene al tiempo como aliado (“no se puede tener un hijo en un mes dejando
embarazadas a nueve mujeres”, suele decir). “Si el fruto de una higuera no
aparece de pronto ni madura en una hora, ¿cómo esperas que la mente de una persona
produzca el fruto con tanta rapidez y facilidad?” (Epícteto). Crecer a fuego lento o, como dicen los
italianos Che va piano va longano e va
lontano (El que va despacio, persevera y llega lejos). Ejemplos: Arthur
Schopenhauer escribió El mundo como voluntad
y representación a los 77 años.
2.
Lo más probable es que, aunque te consideres un/a triunfador/a, esta parte de
tu vida no haya sido más que un “precalentamiento” en comparación con el gran
cambio o la contribución extraordinaria que harás en el futuro. La vida no es
corta. El psicólogo David Schwartz publicó La
magia de pensar a lo grande en 1959. En ese libro nos proponía no caer en
la “excusitis de la edad”. “Sois tan mayores como os sentís”. Nos proponía
descontar de la edad actual el tiempo que llevas trabajando y lo que falta
hasta los 80 años (la esperanza de vida en los países desarrollados). Por
ejemplo, imagina que cumples 47 y llevas desde los 22 trabajando (25 años de
vida laboral). Hasta los 80, te quedan 33; el 57% del tiempo. No llevas ni la
mitad.
3.
No te dejes deslumbrar por la fama ni por los grandes logros. Todo el mundo
empieza de cero y lo más importante es observar cómo una persona o una
organización actuaban antes de dejar su huella. Tom demuestra que “nuestra
percepción del tiempo es fundamental para triunfar en la vida” y pone como
ejemplo The Unheavenly city (1970)
del politólogo de Harvard Edward Banfield: las personas de la clase baja se
centran en el presente, las de mentalidad de abundancia poseen perspectiva de
largo plazo. Es la apreciación del tiempo lo que diferencia a las personas
acomodadas. Cuidado con el “éxito temprano”, como Winston Churchill
(parlamentario a los 26, ministro a los 34; fracasado en la toma de los
Dardanelos de 1915, primer ministro a los 60). Robert Stigwood, el manager de
los Bee Gees, les decía: “Escribid canciones que valgan dentro de 40 años.
Escribid para el futuro”. Tom pone como ejemplos SONY, Toyota, GE… “Con tiempo
y paciencia la hoja de morera se convierte en seda” (Proverbio chino).
4.
Mantente abierto a las oportunidades, no pierdas la curiosidad, muéstrate
dispuest@ a correr riesgos inteligentes y déjate llevar por lo que te apasiona.
La mayor parte de los adultos pierden ese elemento y sin embargo es lo que
marca la diferencia. “Nunca dependas de tu genialidad. Si tienes talento, la
diligencia lo aumentará, y si no lo tienes, la diligencia suplirá esa carencia”
(John Ruskin). Herbert Simon (Nobel de Economía) y William Chase mostraron en
los 70 que hacen falta 10 años para ser un maestro (la “práctica deliberada” de
Anders Ericsson). Mary Poppins (de
Pamela Travers) o Harry Potter (de J.
K. Rowling) son fruto del trabajo de más de una década. Tom pone como ejemplos
William Holden, Harrison Ford, Mondrian, Gauguin, Monet, Kandinsky, David
Ogilvy…
5.
Haz lo que te parezca “evidente” (como Ray Kroc con McDonald’s, como Howard
Schultz con Starbucks). Si te dedicas a ver oportunidades de demanda, otros
también las verán. Si no estás preparad@ para este paso, espera, sé fiel a tus
principios y se presentará la oportunidad deseada. “Si a ti te ha cautivado,
les cautivará a los demás” (Howard Schultz).
6.
Los seres humanos somos imprevisibles y cada persona representa un nuevo
comienzo en el cambio. Los 30, los 40 o los 50 pueden servir para establecer
una base de habilidades, experiencia y sabiduría con las que crear algo
significativo.
7.
La dedicación combinada con la experimentación es lo que crea las grandes
oportunidades de las personas que triunfan. “El futuro es en realidad una página
en blanco”.
8.
Empezar a un ritmo moderado le da a las ideas o proyecto el tiempo que
necesitan para arraigar y convertirse en algo duradero. Y después, como ha
demostrado el futurista Ray Kurzweil, la trayectoria de cualquier proyecto es
como una rampa que parte de un ángulo agudo y dobla el ritmo de su asecenso,
exponencialmente. Es la “ley del retorno acelerado”.
9.
Pensar a lo grande te puede llevar lejos, pero si lo combinas con pensar a
largo plazo tendrás la receta para triunfar. Nada es revolucionario, sino
evolutivo. “La creación de marcas es un trabajo lento, paciente y metódico.
Lleva décadas convertirse en un éxito de la noche a la mañana” (Al Ries). La
humildad es avanzar paso a paso.
10.
No somos nunca el mero producto de nuestro pasado. El futuro también nos motiva
y lo que imaginamos con fuerza suele acabar cumpliéndose. “Siempre que veo un
negocio viento en popa significa que alguien tomó una valiente decisión” (Peter
Drucker).
Tom
Butler-Bowdon nos habla del “factor de los 40” (por qué mucha gente no
sorprenden hasta su quinta década, como Teresa de Calcuta, Gandhi o Eleanor
Roosevelt; la “metamorfosis de la segunda vida”), de Dan Brown, Liechtenstein,
Hugh Laurie (“House”), Max Weber, thomas Kuhn, Christian Dior, Samuel L.
Jackson, Sam Walton, Lech Walesa, Joseph Campbell, Ian Fleming, T. S. Elliot…
Nos habla de “la magia del medio siglo” (el legado de la experiencia), con
casos como Fritz Perls, Chaucer, Bukowski, Leonardo da Vinci, Stuart Mill o
Kant. Y de “la mina de oro de los 30 años” (la gente que se guarda lo mejor
para el final), como Benjamin Franklin, Tolkien, Perrault, Humboldt, Lloyd
Wright, Ming Pei, San Agustín, Voltaire, Verdi, Drucker, Miguel Ángel o Louis
Armstrong.
Gran
libro, que termina con una cita de Buckminster Fuller: “Ten la más absoluta
certeza de que si has invertido tu tiempo y tu energía en beneficio de los
demás, el Universo siempre te apoyará y lo hará justo a tiempo”.
Mi
gratitud a Tom Butler-Bowdon por este espléndido libro, y a quienes cita, que
nos han enseñado mucho sobre crecimiento personal en estos últimos 150 años. El
mejor homenaje hacia ell@s es practicar sus enseñanzas.