La Felicidad y sua causas (y 4): Cultivar los hábitos del coaching


El pasado fin de semana he estado viendo en Kinépolis
Red 2, una película de acción muy entretenida con Bruce Willis, Helen Mirren, John Malkovich, Anthony Hopkins y Catherine Zeta-Jones. El agente retirado de la CIA Frank Moses (Willis) reúne a su equipo de siempre para encontrar un artefacto nuclear. La frase de la película se la dice Marvin (Malkovich) a Sarah, el amor de Moses: “Frank está loco por ti. Nunca le he visto tener miedo a nada, excepto a perderte”.
Concluyo con la cuarta entrega la serie de conferencias sobre La Felicidad y sus causas con motivo del Congreso de Sidney. Precisamente en este caso la ponente es la Dra. Suzy Green, coach, psicóloga clínica y profesora de la Universidad de Sidney.
“¿Qué es una vida feliz?”, se pregunta la Dra. Green. Profesionalmente, el debate continúa, porque hay distintas medidas de la felicidad y todavía no tenemos una conclusión. ¿Significa la felicidad que la vida tenga un sentido? ¿Hace falta un propósito en la vida para ser feliz? Aún no está claro. Según la experiencia de la Dra. Green, en muchas ocasiones cuando hablamos del sentido de la vida no nos ponemos precisamente felices.
Cita para ello a la Dra. Barbara Fredrickson, la mayor experta en Positividad, para quien la felicidad es demasiado subjetiva. Fredrickson prefiere centrarse en las diez emociones positivas: Disfrute, Gratitud, Serenidad, Interés, Esperanza, Orgullo, Diversión, Inspiración, Awe y Amor.
Lo negativo no son las emociones (tristeza, ira, miedo, etc) sino los extremos, los estados de ánimo negativos: la ansiedad, la depresión, la manía (estar demasiado feliz por algo) o el pánico. Para Suzy Green, la tristeza está infravalorada, porque es útil: nos permite reflexionar, analizar y valorar lo importante. La tristeza, como emoción, no es lo mismo que la depresión.
Los psicólogos clínicos se han sabido manejar muy bien respecto a las emociones negativas y sus extremos, pero no tanto en la psicología positiva. Una vida feliz, una vida que florece, es la de una persona que tiene salud física, mental y que genera al menos tres emociones positivas por cada negativa.
No es fácil cambiar, nos explica la Dra. Green. Por ello, el coaching es muy útil para crear y mantener una vida floreciente. Los seres humanos somos relativamente buen@s en general estableciendo objetivos, pero no tan buen@s manteniéndolos a medio y largo plazo. ¿Por qué? Porque la auto-regulación es extraña, no es una fortaleza frecuente. La mayoría de las personas no mantienen el esfuerzo para cumplir sus objetivos.
El círculo de la auto-regulación parte del establecimiento de objetivos y de un plan de acción (conjuntamente con el/la coach), que te ayuda a mantener el esfuerzo. No se trata de generar una coachdependencia, pero sí mantener el impulso. Respecto al coaching, hay una “campana de Gauss” (algun@s potenciales pupil@s de coaching no están preparad@s y otr@s, en el otro extremo, demasiado preparad@s).
Siguiendo a Suzy Green, hay tres preguntas esenciales en el coaching:
1. Evalúa tu verdadera preparación para el cambio: ¿Estás realmente preparad@ para la acción? Porque es plenamente voluntario. Las personas seguimos un ciclo del cambio (Prochaska y DiClemente, 1983). Si las personas están en contemplación y no en mentalización, todavía es prematuro para cambiar.
2. Sé propietari@ de tus objetivos: Más que el cómo, el por qué. Las personas intrínsecamente motivadas se sienten felices persiguiendo sus objetivos. Las investigaciones demuestran que las personas con altos retos son más felices.
3. Actúa con inteligencia y cuenta con un/a coach: los objetivos deben ser SMART y por ello un/a coach ayuda mucho a conseguirlos, a ser persistentes.
El truco final es reconocer el éxito. Para seguir marcándonos metas, hay que celebrar lo conseguido.

Mi gratitud al equipo de Red 2 y a la Dra. Suzy Green por compartir con nosotr@s sus conocimientos sobre la Felicidad y el papel del coaching en la misma.