Ayer domingo por la tarde, mientras trabajaba
en el ordenador, me llegó la noticia del fallecimiento de Álex Angulo, en
accidente de tráfico en La Rioja, A-68 a su paso por Fuenmayor, entre Logroño y
Zaragoza. Descanse en paz uno de los mejores actores del cine español.
Estudió magisterio y su vocación docente
siempre quedó clara. Bilbaíno de pura cepa, abandonó las aulas a los 23 para
recorrer el País Vasco con una compañía de teatro independiente, Karraka (con
ella estuvo 20 años, 20.000 horas de aprendizaje). Álex de la Iglesia le
descubrió para el cine: primero, como protagonista del corto ‘Mirindas
Asesinas’; después, en ‘Acción Mutante (ese delirio pseudofuturista) y, dos
años más tarde, como el inolvidable padre Ángel Berriautúa en ‘El Día de la
bestia’. Un cura vasco que se une a un heavy-metalero (Santiago Segura) para
impedir el nacimiento el Anticristo. Un Ondas y una nominación a los Goya con
42 años.
En los 90, ‘Los peores años de nuestra vida’,
‘Así en el cielo como en la tierra’, ‘Hola, ¿estás sola?’, ‘Brujas’, ‘Matías,
juez de línea’, ´Los años bárbaros’, ‘Carne trémula’, ‘Grandes ocasiones’ y
‘Muertos de Risa’ (de manager de Segura y Wyoming; segunda nominación a los
Goya). El actor que los directores (de la Iglesia, Almodóvar, Colomo, Martínez
Lázaro, Fernández Armero, Vega, Bollaín o José Luis Cuerda) necesitaban.
En la tele, participó en ‘Villarriba y
Villabajo’ e hizo de Blas en la mítica serie ‘Periodistas’ durante nueve
temporadas (José Coronado ha declarado que no ha conocido corazón mayor que el
de Álex Angulo). Posteriormente, ‘Hermanos y Detectives’ (con mi buena amiga
Belinda Washington) y ‘Aquí no hay quien viva’, como novio de Belén (Malena
Alterio).
En el cine, el siglo XXI se le dio de
maravilla: ‘A mi madre le gustan las mujeres’ (2001), ‘El oro de Moscú’ (2003),
‘El Coche de pedales’(2003), ‘El laberinto del fauno’ de Guillermo del Toro
(nominado a los Ariel), ‘Bosque de sombras’ (2006), ‘Casual day’ (2007)…
Precisamente, por esta última película, le conocí tras el Cine Fórum
Empresarial APD en el Guggenheim, un 18 de junio de 2008. Cenamos con el
director de la cinta y con él en la terraza del Hotel Dómine. Una delicia. Y se
ofreció a acompañarnos al Meliá (por entonces, Sheraton de Bilbao). ¡Qué
persona tan entrañable y generosa!
En los últimos seis años, ‘Fuga de cerebros’,
‘La casa de mi padre’ e ‘Imago mortis’ en 2009. ‘El gran Vázquez’ (tercera
nominación a los Goya, y también Cine Fórum Empresarial APD en Bilbao) en 2010.
Entre sus últimas películas, ‘De tu ventana a la mía’ y ‘Zipi y Zape y el club
de la canica’ (hablé de ella, y de Álex Angulo, en este blog el paado 12 de
octubre). Un total de 60 películas, y pronto veremos su participación en la
nueva temporada de la serie ‘Gran Reserva’ y en Just&Cia, debut en la dirección
de Ignacio Estaregui, una película contra la corrupción.
“Sé dónde quiero ir, pero no cuándo llegaré.
Y el camino es lo más importante” (Álex Angulo).
Un servidor escribía el pasado día de la
Hispanidad: “Sí, lo confieso, me gusta el cine de Álex, desde El día de la bestia (1995); ahí estaba
Álex Angulo, precisamente. Perdita
Durango (con un Bardem prodigiosa), La
comunidad (un prodigio de lo que no es un equipo), 800 balas (el difunto Sancho Gracia en estado de ídem), Muertos de risa (Wyoming y Segura de
pareja cómica, y de manager… Álex Angulo), Crimen
ferpecto, Los crímenes de Oxford (Leonor Waitling mejor que nunca), Balada triste de trompeta (Antonio de la
Torre, Carlos Areces y Carolina Bang), La
chispa de la vida (José Mota, Salma Hayek, Blanca Portillo y, por supuesto,
Juan Luis Galiardo en su último papel en el cine)… Me encanta su ironía, su
forma de reírse de lo que nos pasa.” Ahora Juan Luis Galiardo y Álex Angulo
estarán disfrutando juntos, en otra dimensión, de lo que nos pasa.
Mi gratitud a los grandes actores que, como
Álex, tanto nos ha enseñado en la pantalla. El Talento no solo no es
incompatible con la bondad, sino que la engrandece.