He estado leyendo ‘Huellas de Gigantes. El
Liderazgo a través de la Historia’, de Gonzalo Martínez de Miguel y Nacho
Soriano. Gonzalo es autor de ‘Liderazgo esencial’, ‘Mapas del mundo para
Marta’, ‘Calidad de Liderazgo’ y ‘Lo que piensan los directivos españoles’ (he
tenido el placer de leer todos ellos y de comentarlos en este blog). Nacho es
historiador, y de los buenos. El texto está avalado (mediante el prólogo y el
epilogo) por dos líderes a los que quiero y admiro, Federico Mayor Zaragoza
(durante 16 años, DG de la Unesco) y Vicente del Bosque (nuestro seleccionador
de La Roja, que esta noche juega en Huelva contra Bielorrusia).
Los autores han elegido a siete grandes
líderes y, a modo de “conclusión adelantada”, nos presentan sus cualidades
comunes en el inicio del texto. Los mayores líderes de la historia:
1. Tienen capacidad para marcar la dirección
clara en un mundo perdido.
2. Cuestionan el libre pensar (status quo)
del momento.
3. Combinan el egoísmo personal con la
generosidad universal.
4. Tienen una visión espiritual del mundo (se
sienten llamados a una misión).
5. Están dispuestos a expandir las fronteras
de su comunidad.
6. Hay una vinculación histórica entre
Liderazgo y violencia (no necesariamente sangrienta).
7. Tienen carisma, autoridad y poder en
distintas proporciones.
Gonzalo y Nacho preconizan el “líder total”
(que se focaliza tanto en el qué como en el cómo) y nos presentan “el liderazgo
de los perdedores”: Darío I de Persia, Espartaco, Napoleón Bonaparte o Rommel.
Asímismo, nos hablan de “modelos de un liderazgo primitivo”, de un tándem entre
el líder cazador (joven y fuerte, con poder sobre el grupo) y un brujo, chamán
o líder espiritual (mezcla de médico, maestro, sacerdote y legislador; tiene
una autoridad socioemocional). “El Liderazgo implica la voluntariedad en la
acción de los colaboradores”.
Los ejemplos históricos que nos presentan los
autores, para que los ad-miremos (aprendamos de ellos) son:
- Aníbal Barca (247-183 aC): Una alternativa
al Imperio Romano. Dotado de capacidad estratégica, planificación y logística,
osadía y creatividad, cohesión de su equipo, relación con sus líderes,
perseverancia, proactividad y capacidad de adaptación. En la línea de Hernán
Cortés, Robert E. Lee, Ernst Shackelton, Rommel o el Che Guevara.
- Julio César (100-44 aC): El epítome del
liderazgo clásico. Dotado de sólida autoestima y autoconfianza, visión moderna
del mundo, equilibrio entre capacidad de acción e inteligencia política,
ambición, estrategia, carisma y buena comunicación, valentía y creatividad,,
inteligencia relacional. En la línea de creadores de imperios como Gengis Khan,
Napoleón Bonaparte, Alejandro Magno, Augusto, Trajano, Marco Aurelio y
Constantino.
- San Francisco de Asís (1182-12226): Un
religioso revolucionario. Vocación de ser ejemplo, Coherencia e integridad,
Generosidad y actitud de servicio, Humildad y cercanía, Entusiasmo y capacidad
de motivar, Desapego del poder formal, Aprendizaje continuo. En la línea de
otros líderes como Mahatma Gandhi, Albert Schweitzer, Martin Luther King o la
Madre Teresa de Calcuta.
- Isabel de Castilla (1451-1504) y Fernando
de Aragón (1451-1516): Los Reyes Católicos. Un liderazgo con capacidad para
compartir el poder, Dirección profesional, Inteligencia política y estrategia,
Negociación, Innovación y atrevimiento, Tenacidad y esfuerzo, Ambición, Visión
de estado y claridad en los objetivos. En la línea de tándem como Akenatón y
Nefertiti, Pelópidas y Epaminondas, Justiniano y Teodora, Daimler y Benz, Perón
y Evita. Liderazgo femenino como el de Margaret Thatcher, Golda Meir, Indira
Gandhi, Catalina de Rusia, Isabel I Tudor. Para Gonzalo y Nacho, Steve Jobs es
“el Fernando el Católico de los negocios”.
- Harriet Trubman (1820-1913): De esclava a
héroe nacional. Dotada de servicio y entrega a los demás, Humildad y cercanía,
Tenacidad y capacidad de lucha, Fortaleza de carácter, Intuición, Búsqueda
permanente de la dignidad, Fe y confianza en la capacidad de cambiar las cosas.
En la línea de Boudica, Hildegrand Von Bingen, Juana de Arco, Ignacio de
Loyola, Florence Nithingale y libertadores como Washington, San Martín, Bolívar
o José Martí.
- John F. Kennedy (1917-1963): Un líder que
cambió el mundo actual. Dotado de una imagen impecable, Valor e iniciativa,
Seguridad en sí mismo, Capacidad de trabajo en equipo, Sentido de la publicidad,
un estilo fresco y atractivo, Sentido del humor, Profesionalidad. En la línea de
líderes como Hammurabi, Septimio Severo, Federico de Prusia, Abraham Lincoln,
Theodore Roosevelt o Winston Churchill.
- Nelson Mandela (1918-2013): Nuestro
referente contemporáneo. Dotado de Ética e integridad, Paciencia, Valentía,
Pragmatismo, Capacidad de escucha, Respeto por el ser humano y vocación de
servicio, Firmeza y humildad, Aprendizaje continuo, Consistencia personal y Comunicación
estratégica. En la línea de Gorbachov, Desmond Tutu, Adolfo Pérez Esquivel,
Adolfo Suárez, Lech Walesa, Lula da Silva y Aung San Yuu Kyi (todos
galardonados con el premio Nobel de la Paz, excepto los presidentes Suárez y
Lula).
Un libro estupendo si te gusta la Historia y
sobre todo si te apasiona el Liderazgo. Me ha recordado las presentaciones que
he podido hacer sobre líderes históricos como Mandela, Julio César, Kennedy,
Margaret Thatcher…
¿A qué líder histórico te aproximas más? ¿A
quién se parece más tu jefe, tus amigos, la gente que conoces? Mi gratitud a
Gonzalo Martínez de Miguel y a Nacho Soriano por compartir con nosotr@s tanta sabiduría
y reflexiones tan interesantes.