Segunda y última jornada de la Rentrée de la
temporada 2015-16 en Barcelona. Si ayer tuvimos de invitado a Juan Ignacio
Apoita, hoy hemos contado con nuestro buen amigo Mario Alonso Puig. Me siento
muy orgulloso de contar con la amistad de Mario y, gracias a Carlos Ongallo y
la EBS que lidera, haber aprendido de él en Nueva York, Utah, Arizona y Nevada,
en la Toscana, Umbria y el Véneto, en Israel y Jordania, y próximamente en las
Azores. Mario Alonso Puig (conferenciante, escritor, coach, mentor del Human
Age Institute), una de las mejores personas que conozco, es un médico de
corazón que decidió vocacionalmente dejar de curar nuestro cuerpo para mejorar
nuestra alma.
Ha sido una
maravilla que los 300 asistentes a su conferencia contaran con su último libro
‘Cociente agallas’, ya en su quinta edición. En Iberoamérica, donde también es
una celebridad, han preferido llamarlo algo así como “la formación del
carácter”, porque las agallas sonaban más a pescado que a valentía y coraje. En
fin.
En este blog hablé
cuando salió este maravilloso texto de ‘El Cociente Agallas. Sé valiente,
cambia tu vida’, que ganó con todo merecimiento
el Premio
Espasa 2013. Un libro muy práctico sobre nuestra felicidad, un viaje en tres
etapas aprovechando, como dice Mario, las enormes aportaciones de “los cuatro
jinetes de la Neurociencia”: Antonio Damasio (USC, en Los Ángeles), Richard
Davidson (Wisconsin), Álvaro Pascual-Leone (médico valenciano formado en
Alemania, profesor en Harvard) y mi también amigo Daniel Goleman.
En la
primera etapa del viaje, Mario Alonso Puig nos habla de “Conocerse y
Comprenderse”. Todos tenemos un “cerebro de plastilina”, compuesto por 100.000
tipos de neuronas, en total 100.000 millones de neuronas y 100.000 billones de
conexiones (sinapsis). El proceso de neurogénesis (generación de nuevas neuronas), cuyo pionero
es Fred Cage (Instituto Salk), se produce en los humanos a lo largo de toda la
vida (Peter Eriksson, U de Goteborg), nunca se detiene. Y tiene lugar en el bulbo
olfativo y en el hipocampo. Por ello, se cumple aquella deliciosa intuición de
D. José Ortega y Gasset: “No somos un participio, sino un gerundio”. Vamos
yendo.
Mario cita
al “Papa bueno”, Juan XIII: “Consulta no a tus miedos sino a tus sueños”. El
Dr. Richard Davidson ha demostrado que la alegría, serenidad, valor y confianza
tienen que ver con la estimulación de la región pre-frontal izquierda y la
reducción de la actividad en la región pre-frontal derecha. ¿Cuándo ocurre?
Cuando asumimos retos, sentimos interés y estamos alegres, nos enfocamos en lo
que va a salir bien, buscamos el lado positivo de las cosas, tenemos planes y
proyectos. ¡Qué maravilla!
El Dr.
Davidson también nos ha enseñado que ha seis capacidades emocionales
especialmente relevantes:
- la resiliencia,
- el dominio de la atención,
- el autogobierno,
- la agudeza sensorial (captar las
señales del entorno),
- la adaptación al entorno,
- la duración y estabilidad de las
emociones positivas.
Resulta fascinante,
porque todas ellas se pueden –se deben- entrenar.
También
debemos entrenar la amígdala, para optimizar la aversión al riesgo. “La lesión
bilateral de la amígdala reduce mucho el interés por la interacción social”,
escribe el Dr. Alonso Puig. Las personas inteligentemente optimistas tienen un
mayor control de la amígdala por parte de la región pre-frontal izquierda. Son
más emocionalmente inteligentes.
Tienen por
tanto, a nivel emocional, mucho peso la circunvalación fusiforme (que capta
señales sociales), el hipocampo (entornos familiares), la ínsula de Reil (donde
habita la intuición) y el núcleo accumbens, relevante en la motivacion.
Cuidado con
absorber la toxicidad (en Harvard se ha comprobado que del 60-90% de las
consultas médicas tienen que ver con las emociones tóxicas). Un estado de ánimo
sereno y positivo prolonga la vida.
¿Y qué es
genético de todo esto? Según la Dra. Elaine Fox (Universidad de Essex), hay un
gen transportador de la serotonina. Es una predisposición, pero la epigenética
(el contexto, el estado de ánimo) es más determinante que la pura genética.
Mario ha citado hoy a Ortega: “Yo soy yo y mi circunstancia”. Me gusta recordar
la segunda parte de la frase: “…y si no la salvo a ella, no me salvo yo”.
La segunda
etapa del viaje que propone Mario en su libro es Superarse. “Somos y también
nos hacemos”. El talento se cultiva, ya sabes. Para aflorar nuestra mejor
versión, hemos de concentrarnos, después relajarnos y esperar al ¡Eureka! “Pon
esfuerzo y pasión a todo lo que hagas”, nos recomienda Mario. “Ten Fe si
quieres mover montañas”. Porque, para hacer realidad nuestros sueños, hemos de
luchar por lo que creemos, salir de la zona de confort, abrazar la
incertidumbre (“o nos enfrentamos a nuestros miedos o nos pasaremos toda la
vida huyendo”). Sí, estoy con Mario Alonso: ES LA HORA DE L@S VALIENTES.
Y la tercera
etapa de este viaje es Trascender para Descubrirse. Posiblemente hay mucho más
de lo que vemos… Mario nos recuerda la gran pregunta, la que se formulaba Albert
Einstein: ¿Estoy en un Universo amigable o en uno hostil?
Mario
concluye así el ‘Cociente Agallas’: “La verdadera riqueza es la riqueza
interior. Aunque todos poseamos una mina de diamantes, no todos están
dispuestos a picar para extraer de la tierra aquello que es tan valioso. Por
eso, la pregunta clave no es si puedes ser más feliz, sino si estás dispuesto a
serlo”.
He disfrutado mucho con Mario durante el
almuerzo (en su experiencia, ve el mundo cada vez más horizontal y humanista),
durante su conferencia y en el turno de preguntas. Muchas gracias, Mario, por
tu sabia reflexión y tus generosas aportaciones