Hoy he tenido en
Madrid una reunión de cinco horas con la dirección de una de las empresas del
grupo, ManpowerGroup Solutions. Ha sido un encuentro intenso, muy bien
preparado, en el que una decena de profesionales han debatido sobre temas de
presente y de futuro en un ambiente de cordialidad y confianza. Un magnífico
ejemplo de Equipo de Alto Rendimiento, que es diverso (especialmente en lo
intangible, formas de pensar y de aprender), comparte una visión estratégica,
divide perfectamente el proceso abierto (discusión) y cerrado (decisión e
implantación), aprende y analiza su modelo de negocio. Mi agradecimiento a Mª
José, líder del equipo; a Juanjo y a todas las personas que forman parte del mismo.
He aprendido y disfrutado de corazón.
Me enteré de este
texto por un artículo de Héctor Barnés en El Confidencial: www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-08-04/paul-mason-postcapitalismo_954177/
Es la desaparición de la mitad de los empleos en las próximas tres décadas
(según nuestra amiga Silvia Damiano y Gartner, en realidad por cada empleo
perdido se están creando 2’4 ligados a las nuevas tecnologías; es el fin del
mundo (del empleo)… tal como lo conocemos). En cualquier caso, me interesó la
propuesta de este columnista británico, que es editor de economía de Chanel 4.
Su tesis es que, igual que el feudalismo, el capitalismo neoliberal sucumbirá
merced a la tecnología. Y está surgiendo una nueva era, diferente. El
capitalismo está en un callejón sin salido.
Paul Mason comienza
su libro en el río Dienstr, frontera que separa Moldavia de Transnistria, un
estado satélite de Rusia gobernado por las mafias y la policía secreta. Del
lado moldavo, uno de cada cuatro adultos vive en el extranjero. La mitad de la
población gana 5$ diarios y los niveles de pobreza del 10% son similares a los
de África. Un país de libre mercado. Se estima que incluso en los países en
desarrollo en 2060 el crecimiento se habrá estancado. Y la desigualdad está
creciendo al 40%.
Mason escribe: “Como
ha demostrado la experiencia griega, todo gobierno que desafía a la austeridad
se enfrenta a las instituciones que defienden al 1%. Desde enero de 2015,
huyeron del país heleno 20.000 M € en depósitos. El gobierno tenía que elegir
entre la bancarrota o la sumisión. El BCE reforzó el mensaje de que frente al
neoliberalismo no hay alternativa. La guerra civil en Ucrania, el Estado
Islámico (ISIS) en Siria e Irak, el ascenso de los partidos fascistas en
Europa, la parálisis de la OTAN son signos del fracaso del neoliberalismo.
Para el 1%, el
neoliberalismo es religión. Frente a ellos, los movimientos desde los 90 han
mostrado su incoherencia. “Para reemplazar al capitalismo necesitamos no una
idea sino un sistema holístico que pueda funcionar eficazmente con un resultado
mejor”. Paul Mason lo llama Postcapitalismo.
El capitalismo es un
organismo con su ciclo de vida. Un sistema complejo que se adapta y que, según
el autor, ha llegado a su límite de capacidad de adaptación. El Postcapitalismo
emerge merced a tres fuerzas: las tecnologías de la información, que han
reducido la necesidad de trabajo y el coste salarial; los bienes de información,
que corroen el sistema de precios, y el auge de la economía colaborativa. Como
ejemplo de esto último, la famosa Wikipedia: la hacen 27.000 voluntarios
gratis, derribando un tradicional negocio de enciclopedias de 3.000 M $
anuales.
Prosigue Mason: “Hace
200 años, el periodista radical John Thelwall alertó a las factorías de que en
ellas surgiría una nueva y peligrosa forma de democracia. Hoy, toda la sociedad
es una fábrica. No se puede cerrar Facebook, Twitter ni los móviles ni internet. Cuando se intenta
(China, Corea), las consecuencias son enormes. “El info-capitalismo ha creado
una nueva serie de agentes de cambio en la historia: el ser humano conectado y
educado”. Muchos lo llamamos Talento, y por tanto el Postcapitalismo no es más
–ni menos- que Talentismo.
“De los indignados
en España a la primavera árabe, ha habido movimientos en Turquía, Brasil,
India, Ucrania y Hong-Kong en 2013-2014”, nos cuenta Mason. “Para los
historiadores cada evento es único. La Economía, sin embargo, mantiene que las
fuerzas de la sociedad y la naturaleza se comportan de forma repetitiva”
(Charles Kindleberger).
El autor insiste en
que el Neoliberalismo se ha roto. “Desde la caída de Lehman Brothers en 2008,
la producción global cayó un 13% y el comercio un 20%. En Occidente, la
depresión ha sido más severa que la de 1929-32. Siete años después, la crisis
se ha resuelto con deuda pública cercana al 100% del PIB y con emitir dinero
que es unas seis veces la economía real. A través de los programas de
austeridad, han pagado el pato los ciudadanos en tanto que los bancos han sido
rescatados. El proyecto real es la destrucción de la clase media occidental.”
Y cita a Keynes, que
llamó al dinero “el vínculo entre el presente y el futuro”. Desde 2008 hemos
expandido masivamente su volumen, desde 25.000 M $ a 70.000 M $ en los 7 años
antes de la crisis. Y entonces creímos que éramos ricos cuando no lo éramos.
Desde 2008, se ha impreso tanto dinero que el coste de prestarlo es cero o
negativo.
Un modelo de negocio
desfasado que se basa en bajos sueldos, muy escaso valor añadido y austeridad
gubernamental lleva a la caos, que es lo que vaticina Paul Mason para los
próximos años. “El capitalismo se estructuró alrededor de algo puramente económico:
el mercado”. ¿Qué le sucederà? “Algo estructurado en torno a la liberación del
ser humano”. Como diría el gran Álex Rovira, la psicología por delante de la
economía. Así es el humanismo, así la nueva era que hemos llamado Talentismo.
‘Postcapitalismo’ lo
va a publicar la editorial Paidós próximamente. Te lo recomiendo.