En el número de marzo de Muy Interesante, me
ha gustado especialmente el artículo de Luis Muiño sobre el ‘Miedo: Por qué
causa placer’. “Uno no puede hablar acerca del misterio, debe ser cautivado por
él” (René Magritte). Desde el siglo VIII a.C., en la época de Homero, a la
literatura gótica y las películas (Seven, Paranormal Activity) y series de moda
(The Walking Dead, Penny Dreadful). Daniel Schacter (Harvard) ha demostrado que
los pacientes con daños en la amígdala no perciben efecto emocional (aumento de
la tensión arterial). Los que disfrutan de las pelis de miedo (o de los parques
de atracciones) experimentan una descarga de catecolaminas (adrenalina,
dopamina), pero no miedo de verdad (cortisol). “El género de terror proporciona
un entretenimiento violento socialmente aceptable” (Jeffrey Golsdtein,
Universidad de Utrecht). Tras ver una cinta de miedo de 90’, se queman unas 113
calorías. Freud escribió que a las personas que les divierte el terror es
porque vuelven a su niñez. Y además la seducción: “nuestro organismo está
preparado para activarse ante lo diferencia” (Helen Fisher). Las personas que
afrontan el riesgo puntúan alto en imaginación, fantasía, sensibilidad,
receptividad a las emociones (Marvin Zuckerman, Universidad de Delaware).
Me ha resultado muy interesante la rueda de
prensa de Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid, tras el partido de ayer
de su equipo ante Las Palmas: “Estoy preocupado por la segunda parte. Lo
importante es que hemos salido con los tres puntos. Mañana veremos el partido…
Estoy muy preocupado con la segunda parte”. “No pensamos en la Champions. Los
jugadores piensan en lo que tienen que hacer. Perdimos una cantidad de balones
alucinante. Si nosotros queremos esperar algo de lo que jugamos en el futuro
tenemos que jugar mejor. Esto está clarísimo. Así no vamos a ninguna parte.
Jugando como la segunda parte, no. Sólo puedo decir eso. Quiero ver el partido
y estoy convencido de que podemos hacer otro partido”. Zidane tiene credibilidad y es una gran
persona; su equipo está encantado con él. Sin embargo, el nivel de exigencia
debe ser mucho más alto. Da qué pensar cuando el clima es supuestamente bueno y
no es de alto rendimiento.