Fantástica jornada en A Coruña. Vuelo de las
7 de la mañana, que ha aterrizado en medio de una espesa niebla. El aeropuerto
de Alvedro, por su orografía, no puede contar con un sistema antiniebla con
categoría III –visibilidad prácticamente nula-, si bien dispone desde 2008 de
un ILS (Instrumental Landing System) nivel II que ese año redujo los desvíos un
88% respecto al anterior; en la actualidad, los pilotos necesitan ver la
cabecera de pista desde una altura de 20 metros. Mi gratitud al comandante y la
tripulación del IB514 de esta mañana.
Distintos procesos de coaching y regreso a
Madrid a las 21 horas. Todavía me ha dado tiempo de probar la deliciosa
tortilla de patata de Marisol, una de las mejores que conozco.
La lectura de hoy ha sido ‘El poder de la
actitud’ (2015) del periodista y comunicador Carlos Alonso. Me gusta la
definición de Actitud del autor: “La actitud es la forma en que elegimos
relacionarnos con la realidad, la herramienta clave para gestionar nuestra vida
con las máximas posibilidades de éxito y para vivirla con coraje”. Según el
DRAE, la actitud es la disposición de ánimo manifestada de algún modo. Sí,
nosotr@s la manifestamos; nosotr@s la elegimos. Y se visualiza, claro está, en
comportamientos diversos. No vemos la actitud; vemos las conductas cotidianas,
los comportamientos observables.
La actitud, según el autor, se compone de
tres elementos: cognitivo (lo que se piensa), emocional (lo que se siente),
conductual (lo que se muestra). Me ha recordado las cuatro preguntas de una
entrevista por competencias, una “Entrevista de Incidentes Críticos”
(Behavioral Events Interview): ¿qué pensaste?, ¿qué dijiste?, ¿qué hiciste?,
¿qué sentiste?
¿Qué nos impide tener la actitud adecuada? El
miedo (“se trata de saber discriminar y afrontar aquellos miedos que nos
limitan y someten”), la falta de consciencia (de darle un mayor sentido a la
vida) y la desmotivación (no nos gusta lo que hacemos y/o no le encontramos
sentido). “Vivimos como ovejas sin saber que somos leones” (proverbio sufí).
Carlos nos recuerda ‘El círculo de la
motivación’ de Valentín Fuster: pasividad (nos es indiferente hacer algo),
frustración (no podemos hacerlo aunque hubiésemos querido), motivación
(ilusionados), satisfacción (orgullosos de lo que hemos hecho). La depresión,
la carencia absoluta de motivaciones, será la principal causa de discapacidad
en el mundo en 5 años. La pasión ha de ser más fuerte que el miedo.
¿Cuáles son las ventajas de una buena
actitud? Optimizar nuestras posibilidades, dar nuestra mejor versión.
Identificarnos con lo que hacemos y con lo que somos. “Con una buena actitud
mejorará nuestra autoestima y también lograremos un mayor respeto hacia
nosotr@s mism@s y hacia los demás”.
Factores que influyen en que tengamos una
buena actitud: entorno (amigos, familia), formación (para distinguir y analizar
nuestras conductas), personalidad (cómo somos y lo que nos gusta) y visión.
“Hasta que no compartamos las visiones no podemos compartir los esfuerzos”.
Personas positivas y negativas. “Podemos
convertirnos en personas positivas si reforzamos nuestra autoestima mediante
logros progresivos”. Las personas negativas son tóxicas porque nos roban la
energía.
Hábitos comunes a las personas optimistas: se
centran en lo que pueden hacer bien y no en lo que podrían y no hacen, ven los
cambios como una oportunidad, logran crearlas, piensan en error (aprendizaje) y
no en fracaso (hundimiento personal), se marcan objetivos, saben elegir
entornos y personas tónicas (que les vienen bien para alcanzar sus metas).
Aprovechar el potencial: parte de una visión
positiva de la vida y de confiar en nuestras propias posibilidades, busca la
excelencia, se dota de nuestro elemento (a caballo entre nuestras aptitudes y
nuestras pasiones), suma la confianza y la sinceridad con nosotr@s mism@s
(prueba de madurez), con un objetivo en mente y unos indicadores de logro. “El
aprendizaje alimenta la ilusión por mejorar”.
Un libro estupendo, muy práctico, avalado por
una impresionante lista de personas de actitud positiva, como el chef Martín
Berasategui (7 estrellas Michelín), el superviviente de Los Andes Nando
Parrado, el motorista Marc Coma (5 veces campeón del París Dakar), el
presidente de Jazztel Leopoldo Fernández Pujals, el nadador David Meca, etc.
Carlos Alonso piensa que “el compromiso es el
primer requisito de la actitud”. Evidentemente, suelen ir de la mano, pero no
siempre. Con todo respecto, un servidor piensa que en el Talento la Actitud es
parte de la Capacidad (Aptitud + Actitud), en tanto que el Compromiso es la
energía que le ponemos a un proyecto. Como sabes, el Talento es Capacidad por
Compromiso en el Contexto adecuado.
“La Actitud lo es todo”, Diana de Furstenberg
(Bruselas, 1946), diseñadora de moda, en ‘El libro de la belleza’.