Jornada entre Madrid (reuniones internas de
comienzo de mes, propuestas, preparación de presentaciones) e Ibiza (vuelo de
las 19,35 h y estancia en el Hotel Pachá, donde mañana hablaré de Liderazgo y
de las claves de las empresas que crecen rentablemente). Esta semana estaré
entre Baleares (hoy y mañana) y Cataluña (Tarragona y, en Barcelona,
presentación de ‘Objetivo: Generar Talento’ de José Antonio Marina y el VIII
Afterwork APD).
He estado leyendo el Harvard Business Review
‘On Point’ (Al grano) de otoño 2016, relativo a ‘Cómo trabajar con colegas
tóxicos’. Una colección de artículos muy interesantes.
Michael Maccoby, antropólogo y psicoanalista,
se refiere a los pros y contras de los líderes narcisistas. Tienen visión de
futuro, suelen ser buenos oradores y estrategas creativos que inspiran a sus
seguidores. Por el contrario, son demasiado sensibles a las críticas, carecen
de empatía, desean demasiado ser competitivos y ven amenazas por todos lados.
Como demostró Freud, los narcisistas se sienten aislados emocionalmente y no
confían prácticamente en nadie. Para sobrevivir a un jefe así, deja que se
quede con tus ideas, trata de empatizar y depura tus habilidades de gestión del
tiempo.
‘Hacerle coaching a un macho alfa’ por Kate
Luderman y Eddie Erlandson (presidenta y VP de Work Ethic, Austin, Texas). Son
líderes naturales por su autoconfianza, decisión y eficacia; su “lado oscuro”
es su necesidad de dominar, impaciencia, incapacidad para motivar a otras
personas. Para que el Coaching funcione: obtener su atención, pedirle
compromiso, hablar su lenguaje, darle duro (le gusta), movilizar su curiosidad.
Para que crezca, admitir su vulnerabilidad (no es perfecto), aceptar su
responsabilidad, conectar con sus emociones subyacentes (en realidad, con su
visceralidad), equilibrar el feedback positivo y el constructivo, evitar
pautas… Los cambios llegarán de 3 a 6 meses después.
‘Los abusadores crónicos de tu tiempo’, por
Steven Berglas (Harvard Medical School). Son disruptivos para la moral del
equipo. Los hay de 4 tipos: perfeccionistas, preferentistas (se saltan a los
demás), los quedabien y los indecisos. A los primeros, irles evaluando; a los
segundos, ponerles a cargo de otros; a los terceros, practicar el
reconocimiento positivo y constructivo; a los cuartos, hacer que afronten su
temor al fracaso.
‘¿Está el silencio matando a tu empresa?’,
por Leslie Perlow (Harvard) y la consultora Stephanie Williams. Cuando el
silencio es signo de humillación, ira y resentimiento, genera una espiral
viciosa. La clave es la valentía de afrontar la situación, evitando represalias
por hablar. Necesitamos conversaciones de alto impacto.
‘Estrellas que pueden ser cretinos’, por
Sarah Cliffe. Presenta casos de personas inteligentes que fallan en sus
habilidades sociales. ‘Convierte a tus enemigos en aliados’ (Brian Uzzi y
Shannon Dunlap) siguiendo tres pasos: Redireccionar (eliminar las emociones
negativas); Reciprocidad (cubre las necesidades del rival) y Racionalizar
(expectativas objetivas). Es el método 3R. ‘Un antídoto a los incivilizados’,
por Christine Porath (Georgetown). Para protegerte de los bárbaros, afronta las
amenazas cognitivas y las amenazas afectivas. ‘Mantente honesta con tus
colegas’, por Mary C. Gentile (Virginia). Los dilemas éticos hay que
resolverlos y actuar en consecuencia.
Amy Gallo, en las páginas iniciales de la
publicación, explica cómo tratar con colegas perversos, pasivos-agresivos, etc.
O con alguien que odias (vigila tus reacciones, practica el “desapego
emocional”, dedica tiempo a tratar de comprenderle; no asumas que todo es por
el otro, ni caigas en la conmiseración, ni des feedback que empeore las cosas).
‘Es mejor evitar a un empleado tóxico que contratar a una super-estrella’, por
Nicole Torres (editora assistant de HBR). Según un estudio dirigido por Dylan
Minor (Harvard) y Michael Houseman (Cornerstone OnDemand), uno de cada 20
empleados es despedido por comportamientos tóxicos. Evitar a esta gente supone
el doble de ahorro que los ingresos generados por un/a superstar. Para
CareerBuilder (2012), el 41% de las empresas consideraban que una mala
contratación costaba unos 25.000 $; para el 25%, mucho más: 50.000 $. ‘¿Cómo
detectar a un tóxico?’, por Heidi Grant Halvorson (Columbia): porque parece
demasiado frío, o demasiado egoísta, o un “nazi” en sus criterios.
Un ‘Al grano’ muy práctico. En ocasiones como
las que relata, suelo tratar de aplicar aquel consejo de Buda: “Trata
inteligentemente al tratamiento no inteligente”. Calma y humildad.
Canción de hoy: ‘You don’t own me’ (No te
pertenezco), de Grace: www.youtube.com/watch?v=8SeRU_ZPDkE
“Don't
tell me what to do/ And don't tell me what to say/ Please, when I go out with
you/ Don't put me on display”.
Mi gratitud a
Sonia y su equipo de APD Baleares.