El Talento de Felicity Jones y la predisposición vs predestinación


Estupendo fin de semana, de lo más variado y a una temperatura ideal: comida en el restaurante Zarauz (uno de nuestros favoritos de Sanchinarro), partido de fútbol femenino en Usera (Zoe jugó de maravilla), tarde de Plaza Mayor, Arenal y terracita del Principal frente al Bellas Artes, entrenamiento esta mañana, Arturo Soria Plaza… y esta tarde, con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide, iré a ver ‘Inferno’, basada en la novela de Dan Brown (que leí en su día). Me gusta el viaje de Dante Aligheri en busca de su amada desde el Infierno de los 9 círculos (“Abandonad toda esperanza”) al Cielo.
La música para hoy, ‘Only when I sleep’ de The Coors: www.youtube.com/watch?v=CC_8g_QRTLY But it's only when I sleep/ See you in my dreams/ Got me spinning round and round/Turning upside down./ But I only hear you breathe/ Somewhere in my sleep/ Got me spinning round and round/ Turning upside down/ But it's only when I sleep.”
Este fin de semana he estado leyendo ‘¡Qué viene Felicity Jones!’, artículo de Begoña Donat en YO DONA. Se refiere a la actriz de moda, Felicity Jones (Birmingham, 1983). Desde 2011, siempre con grandes interpretaciones, como una eterna promesa. En 2014, nominada a mejor actriz por ‘La Teoría del Todo’ (era la esposa de Stephen Hawking). Y ahora, triplete en ‘Un monstruo viene a verme’ (espléndida como la madre del chaval protagonista), ‘Inferno’ (con Tom Hanks, el profesor de Harvard Robert Langdon) y desde el 16 de diciembre como la nueva heroína de Star Wars en la precuela de ‘Rogue One’.
A Felicity le gusta el Renacimiento y ‘Los cinco’ de Enid Blyton. “He tenido tiempo de crecer, de acostumbrarme y de no sentirme tan nerviosa”. Una actriz versátil, que ha ido adquiriendo seguridad en ella misma, que estudió Literatura Inglesa en Oxford (“si no leo siento que me falta algo”, “actuar te permite explorar la naturaleza humana”).
“¿Por qué todo el mundo quiere a FJ?” se pregunta Fotogramas en la portada de este mes. Porque es culta (aptitud), es tímida (actitud: tenía miedo a la fama; “Soy la persona más normal del mundo”), experimentada (curtida en las series de su país y en los dramas radiofónicos) se adapta al contexto (sea el de Jota Bayona, Tom Hanks o Darth Vader). Premio en Sundance 2011 con ‘Como locos’; en 5 años, en la cima. Puro talento, y no es por casualidad.
Además, la entrevista de Emilia Landaluce a Adela Cortina (Valencia, 1947): “La clase política se ha deteriorado, parece que ya no importa el bien común”, “La democracia es la mejor forma de gobierno posible pero es difícil sacarla adelante. Para eso hace falta una sociedad madura”, “En el sistema educativo, lo que tiene menos importancia son las leyes. Lo que cuenta es la actitud de los padres, de los profesores, de los niños”.
Me ha interesado también el artículo de Eneko Ruiz Jiménez sobre los presentadores de televisión convertidos en grandes Marcas: Dr. Phil, DeGeneres, Heidi Klum, Jimmy Fallon y, por supuesto, Oprah. ttp://elpais.com/elpais/2016/10/14/estilo/1476442363_709944.html Fascinantes sus estrategias. Los resultados están en Forbes: www.forbes.com/sites/natalierobehmed/2016/10/06/the-worlds-highest-paid-tv-show-hosts-dr-phil-leads-with-88-million/#22d900f2e112 El sucesor de Oprah cobra 88 M $ anuales.
Hoy domingo la prensa tenía un nombre propio: Dolores Redondo, autora de la trilogía del Baztán y ganadora del premio Planeta.
La psicóloga Isabel Serrano expone en ZEN las ‘Preguntas clave para cazar una infidelidad’: lenguaje verbal y no verbal, la historia familiar, los comportamientos inexplicables, los cambios de humor, las ausencias, los cambios de amigos y de look, la tecnología (si está obsesionado con el móvil, etc). Nuevas ocupaciones o respuestas evasivas suelen ser señales de engaño.
El maestro José Antonio Marina se ha atrevido en Ideas con el Socialismo: “Ojalá encuentren talento para repensar su ideario y diseñar un programa para el siglo XXI”. “La democracia no es un método para encontrar soluciones, sino para administrar y controlar el poder. La sociedad debe plantear sus necesidades y expectativas, y los partidos deben ocuparse de convertir esos deseos en proyectos concretos, encontrar soluciones, diseñar planes, proponer marcos de comprensión de la realidad, despertar la energía de la sociedad civil. Vivimos en una sociedad muy compleja, donde la única postura que parece posible es la indignación. Pero la indignación es sólo una respuesta emocional ante la injusticia, no un plan de acción. La tarea de la inteligencia política es descubrir posibilidades en la realidad, y ser capaz de realizarlas. Recomendaría al PSOE que aprovechara la actual situación para elaborar una propuesta creativa, generosa, eficiente, poética y rigurosa. Sine ira et studio”. En este mundo híperVUCA, la respuesta es el Liderazgo Innovador.
En El País Negocios, ‘Trabajadores con malas pulgas. Las organizaciones modernas encajan mal las personalidades irrespetuosas o permanentemente iracundas’, de Ramón Oliver (véase el especial de Harvard Business Review, ‘On Point, de otoño 2016, sobre cómo tratar con colegas tóxicos) y en El País, ‘La era de la mentira’ (o de la “post-verdad”, como se dice ahora, con artículos de Javier Ayuso (‘Internet y el populismo mataron la verdad’), Marc Bassets (‘Trump tensa la cuerda periodística’) y Javier Pérez Andújar (‘La verdad es de mal gusto’).
Y el artículo de Rosa Montero (Madrid, 1951), ‘Leones y leonas’: http://elpaissemanal.elpais.com/columna/leones-y-leonas/
Se refiere esta gran escritora al eterno debate entre la herencia genética o el ambiente (“Nature or Nurture”) y al caso de las cinco leonas de la reserva de Moremi (Botswana) “a las que les ha crecido una hermosa melena y que han empezado a comportarse como leones. He visto las fotos: son iguales a los machos”. Genitalmente son hembras, pero tratan de montar como machos, marcan el territorio y rugen como leones. ¿La causa? “Un aumento inusual de la testosterona”. Rosa prosigue: “Hace algunas semanas vi en Internet un vídeo de nueve minutos de un joven transexual, Aydian Dowling, con imágenes tomadas a lo largo de cuatro años. El chico, nacido mujer, quiso acreditar así su evolución física desde el momento en que empezó a hormonarse con testosterona La transformación es alucinante; no sólo le engrosan las cejas y empieza a aparecerle barba, sino que se diría que hasta muda la forma de la cara. Parece que se le robustece la mandíbula, por ejemplo. Su rostro pierde suavidad y se hace más anguloso. Por no hablar de la voz, del cuello, de los hombros. Y todo eso sucede en tan sólo unos pocos años y está causado por un ligerísimo cambio en la composición química de su organismo”. La autora concluye que “tal vez estemos más cerca de la herencia que del ambiente, después de todo, y eso es inquietante, porque cuanto más nos aproximamos a la biología, menos destino individual parece existir, menos libre albedrío”. Y nos una cierta esperanza sobre la equidad de género (uno de sus temas favoritos):  “Pensemos en todas esas leyes, religiones y filosofías que han nacido y engordado de la división discriminatoria del mundo entre mujeres y hombres. No me digan que no sería genial ponerle un frasco de testosterona en la mano a un talibán y decirle que toda su supuesta superioridad no es más que eso”.

Gracias, admirada Rosa. Sin embargo, hoy no concebimos genética sin epigenética (el ADN se modifica por el ambiente) y lo esencial no es la predestinación (muy del gusto de ciertas culturas y religiones), sino la predisposición, que no es genética sino bioquímica: lo que nos gusta y no nos gusta (vocación), la voluntad, el papel de las hormonas y neurotransmisores. Por si todo esto fuera poco, dentro de unos días estará por Madrid Amy Cuddy (Harvard), que nos ha enseñado que la postura (la presencia) modifica las hormonas. Su libro en castellano, ‘El poder de la presencia’, ya está en librerías. De él te hablaré mañana, creo.