La posverdad y mis cosas favoritas


Primera de la dos jornadas de Coaching de Equipo en Matalpino (Comunidad de Madrid). En esta ocasión dirige las sesiones Luis Carchak, expresidente de la ICF. Además, esta semana me llevará a Barcelona, Santander, de nuevo Madrid, Alicante y Valencia. Todo un reto.
Me siento muy feliz por el partidazo que realizó ayer mi hija Zoe en un día de intensa lluvia. Su equipo ganó 9-0. Zoe salió en el minuto 20 (con 0-0 en el marcador), marcó dos goles y ofreció cinco asistencias, dejándose el alma en el partido. La Capacidad no la elegimos (es bioquímica, predisposición); el Compromiso, sí. Es una gran noticia ver que lo da todo en competición.
De la prensa de ayer, un denominador común: la Posverdad. Como sabes, ha sido la palabra del año para el Oxford Dictionary: “post-truth”. Se define como “situación en que las emociones y creencias personales influyen más en la formación de la opinión pública que los hechos objetivos”. José Antonio Marina, en su espacio ‘Ideas’ colocaba el Zoom a la posverdad como mecanismo de manipulación política. “Lo nuevo es que una falsedad sigue siendo aceptada a sabiendas de que es una falsedad, porque no se considera importante que lo sea”. Vale para el presidente electo Trump, para el Brexit, para los populismos. “Es una devaluación de la verdad y, paralelamente, una devaluación de la falsedad y la mentira”. Frente a los totalitarismos del siglo XX, el pensamiento débil y el educado relativismo. “Todas las opiniones se volvieron igualmente respetables”. Entre los medios de comunicación cada vez es más difícil distinguir entre los hechos y la opinión sobre los mismos, de modo que sólo existen interpretaciones. Estas falacias “post-factuales” demuestran la necesidad de la filosofía, concluye Marina. No puedo estar más de acuerdo.
En la misma página, Ulises Culebro dibuja a Donald Trump con gafas 3D y la expresión: “primero exigimos la verdad, nos la negaron y en realidad nos regalaron la posverdad… que es una de las formas más bellas de autoengaño”. Iñaki Gil, en su ‘Paseo Dominical’, se refiere a la “Posverdad del fin de ETA” y Arcadi Espada, en su artículo de opinión sobre el desencanto y sus majestades, escribe: “Se están construyendo catastróficos consensos a fuerza de mentiras”.
También en El Mundo, la politóloga francesa especializada en ultraderecha Nonna Mayer declara: “No veo la diferencia entre Le Pen y Sarkozy”. Al parecer, el electorado galo ha dado la espalda al expresidente.
Ellen MacArthur: “Las ciudades serán el motor de la economía circular”.
En el semanal de El País, ‘Ser generoso sale a cuenta’ de Gerver Torres (Gallup). Como sabes, la Generosidad es la cualidad del Talentismo. Carmen Jumilla (Madrid, 1973): “Recibo más ofertas de trabajo desde que pongo que soy psicópata”. Rosa Montero: ‘Nuestra mejor brújula’. Los dóciles que prefieren seguir la línea de mando eludiendo todo juicio crítico lo hacen por pereza intelectual o incluso por inseguridad en sí mismos.
El perfil de Telmo Rodríguez, “el hombre que resucita viñas”, una de las referencias mundiales del vino. Culto e iconoclasta, es toda una Marca.
En El País Mario Vargas Llosa se refería a ‘La decadencia de Occidente’ y Fabio Balboni (HSBC): “Un paso atrás de EE UU puede ser beneficioso para Europa”. El intelectual Guy Verhofstadt insiste en lo mismo: “La victoria de Trump puede ser positiva para el proyecto europeo, acelerándolo”. Veremos pues.
Como ejemplo positivo de liderazgo, Justin Trudeau en Canadá (‘La esperanza está al norte’) porque apela a las emociones desde la tolerancia y el respeto. Y finalmente la reconciliación de Marc Anthony, que ha recibido un Grammy, con JLo. Esperanzador.
La canción de hoy, desde la Sierra de Madrid, es ‘My favorite things’ de John Coltrane www.youtube.com/watch?v=zH3JpqhpkXg Una preciosa versión jazzística de la inolvidable canción de ‘Sonrisas y Lágrimas’.