Infoxicación, Virus contagioso e historias de amor que perduran


San Isidro, fiesta en la ciudad de Madrid. He combinado el descanso con el teletrabajo, preparando la presentación de mañana a un Comité de Dirección (desarrollo del Liderazgo) con la preparación del Coaching de Equipo de otro Comité de Dirección para el jueves y viernes. En cualquier caso, a un ritmo más tranquilo que el habitual de los lunes.
De la prensa de ayer, comienzo con las ‘Ideas’ de José Antonio Marina. Su Zoom fue sobre la “contaminación”. “El problema de las intoxicaciones es que pueden actuar solapadamente, sin que la víctima sea consciente de ello. Nos estamos habituando a la mentira, a la corrupción, a la violencia, a la mala educación, a la desvergüenza. Nuestros umbrales de tolerancia bajan drásticamente. Hemos elogiado tanto la tolerancia que ahora toleramos sin pestañear lo intolerable”. La web se consideró una gran herramienta de libertad, similar a la isegoría griega (la capacidad de hablar tod@s en la plaza pública). “No ha cumplido las expectativas”. La vacuna, opina JAM, es el pensamiento crítico, “pero es incompatible con la cultura tuit” (si como tal se entiende la superficial, la que no lee ni se informa en profundidad). La “infoxicaxión” es un gran problema de nuestro tiempo.  
¿Qué nos queda? “El virus más contagioso del mundo” (John Carlin). El periodista británico está estos días en Ruanda, donde ha hablado con un médico fan del Arsenal, un camarero seguidor del Chelsea, un conductor merengue, un niño con la camiseta de Messi… “Y así todo. No hay manera de escaparse del fútbol. Es el virus más tenaz de la tierra. Y qué afortunados que somos los que nos hemos contagiado irremediablemente de él”.
Frente a esos virus, el poder del Amor. Rosa Montero, en su ‘Maneras de vivir’, se refería a Joyce y Frank Dodd, un matrimonio de 97 y 96 años que murieron en el mismo cuarto de hospital el mismo día. Llevaban 77 años casados. Cuando John Kenneth Galbraith rondaba los 90, se refería a su esposa (de edad similar) con un “¿a que es preciosa?”. Rosa escribía: “Si, está la suerte de haber encontrado a alguien capaz de acompañarte a través de los años y la fortuna de que no se haya muerto. Pero fuera de esto, no creo que ninguna de las historias les haya salido regalada (…) Las relaciones de pareja nunca son fáciles. A decir verdad, son dificilísimas. Para perdurar de esa manera y seguir quieriendose hacer falta pelear mucho por la relación, ser generoso, tener la perseverancia de una estalactita”. Los datos en España: 7 rupturas de cada 10 matrimonios, 3’4 bodas por cada 1.000 habitantes (5’4 en 2000). La Montero concluye: “No seré yo quien diga que hay que aguantar en pareja contra viento y marea. Eternizarse con la persona inadecuada puede arruinarte la vida, y es una maravilla que el divorcio exista. Pero también creo que vivimos en una sociedad que mitifica la gratificación instantánea y no valora el esfuerzo. Creemos que nuestra vida tiene que tener esa alegría constante que nos muestran los anuncios publicitarios, pero la realidad no es en absoluto así. Para construir un futuro a dos hay que trabajar muchísimo y tragar más de un sapo. Es una maldita batalla, en fin, pero merece la pena. Aunque también creo que cada uno debe llegar a su punto de equilibrio entre la tenacidad y el número de sapos que está dispuesto a engullir”.
Tres entrevistas interesantes. La de Carlos Salas a Jean Tirole, premio Nobel de Economía 2014, que acaba de publicar ‘La economía del bien común’. A sus 63 años, este pensador francés tiene como proyecto vital divulgar su ciencia: “Tenemos que enseñar a la gente cómo aprender más y no darles tanto conocimiento. Pensar es más importante”, “Los inmigrantes no roban el trabajo. Los países que tienen muchos inmigrantes (EE UU, Escandinavia, Gran Bretaña, Alemania) cuentan con bajas tasas de desempleo”, “Todas las nuevas firmas, como Google, Apple, Microsoft… son inmensamente ricas, con empleados ricos. Y están en EE UU”, “¿Lo bueno de la tecnología? A escala global, vamos a ser más ricos, con mejores sistemas sanitarios, vamos a vivir más”. El libro divulgativo de Jean Tirole será una de mis lecturas esta semana.
La filósofa Adela Cortina, entrevistada por Alejandra Clements: “La democracia que manipula emociones es un riesgo”, “Defiendo una ciudadanía lúcida y autónoma que delibere y que no se embaucar”, “El Estado del Bienestar es el más justo de la historia, pero hay que actualizarlo para proteger los derechos ya adquiridos”. Su nuevo libro, ‘Aporafobia, el rechazo al pobre’, denuncia una nueva forma de discriminación. “Nos molestan los pobres, aquellos que no nos aportan recursos económicos”. La Dra. Cortina propone cambiar “Estado del bienestar” por “Estado de justicia” y construir una Europa social.
La tercera entrevista, por extraño que parezca, es a Karim Benzema, el delantero galo del Real Madrid (en la portada de La Razón, a diferencia de Adela Cortina): “Tener calma no es ser frío. Hay momentos en los que la calma es buena”. José Aguado le pregunta por su pase a Isco que le dio la eliminatoria de Champions a su equipo. “A mí lo que me gusta es que mi equipo marque gol”. Con su buena voluntad, Benzema no distingue dos componentes del talento: la serenidad, que es parte de la actitud (y por tanto de la capacidad) y la falta de compromiso. Quienes le achacan que es un jugador “sin sangre” se refieren a su implicación, a su “enganche”, a su mayor o menor compromiso, no al autocontrol. “O se está con el o no se le entiende”, escribe el periodista.
Moisés Naïm titulaba su artículo ‘Maduro no importa’. “Él es simplemente el tonto útil, el títere de quienes realmente mandan en Venezuela, los cubanos, los narcotraficantes y los viudos del chavismo”. Una oligarquía criminal. Y concluye: “Sacar a Maduro es necesario. Pero no es suficiente. Es indispensable neutralizar a los tres nefastos cárteles criminales que realmente mandan en Venezuela. No será fácil. Pero es posible”.
Además, la neuropsiquiatra Lola Morón trataba la necesidad de ‘Hablar bien para sentirse mejor’. “Lo que hablamos influye, modifica e incluso corrige lo que pensamos”. Es el “efecto mantra”, repetición de una palabra para relajarnos y desconectar. El Dr. Peinado Ibarra compartía los efectos beneficiosos de caminar: 10.000 pasos al día (caminar durante 30’) ayuda a perder peso, controlar el índice glucémico y otros beneficios cardiovasculares; los resultados tienen mayor validez cuanta mayor es la velocidad de caminar.
Artículo de R. Salgado sobre el CEO como impulsor de una nueva cultura: “las oficinas flexibles aumentan un 15% la productividad de las empresas y ahorran un 40% de los costes de explotación”. El 90% de l@s profesionales se sienten más satisfech@s en espacios abiertos; sin embargo, sólo el 5% de las empresas españolas dispone de este tipo de oficinas. “El espacio es una de las palancas de transformación”, Francisco Vázquez, presidente de 3g Smart Group. “España no está digitalizando, sino postureando. Hay mucho postureo. Si no se cambia la cultura de la compañía, estás muerto”, Ana Lamas, CEO de FiveRooms. “Todos somos vendedores de nuestras marcas”, Córdoba Ruiz, Consejera Delegada de Entusiasmo y Mucho Valor.
Y por supuesto, Eurovisión. El primer triunfo de Portugal, el enésimo fracaso de nuestro representante y su ya famoso “gallo”. De los distintos comentarios, me ha parecido especialmente ingenioso (y profundo) el de Luis Martinez: ‘Todo mentira’. “Europa no existe. Y no es por el Brexit, que también, sino por Schopenhauer y por Eurovisión”. Del filósofo alemán nos recuerda que el mundo no existe más que como representación. Respecto al festival, “todo el mundo finge en una permanente y algo histérica celebración del propio histerismo. Se aparenta estar contento y se agitan banderas, cardados y disfraces al ritmo entusiasta de un entusiasmo desbordado. Y hasta desbordante”. Canciones de Amor, con representantes como Australia. “Se aparenta felicidad porque ser feliz es el estado casi moral del alma. Vivimos, de hecho, un tiempo raro en el que la tristeza, la melancolía o, simplemente, el dolor son identificados como enfermedades que necesitan cura urgente. Y como tal son tratados”. Una democracia de votos, “representativa en el más actoral de los sentidos”, como la del nuevo presidente francés sin pasado, sin partido. “Se podría decir”, escribe Luis, “que Macron es el primer presidente digno de Eurovisión”. Un punto de vista curioso, que da que pensar en esta sociedad del espectáculo.
La canción de este San Isidro es de Vanesa Martín,  ‘Te has perdido quién soy': www.youtube.com/watch?v=PEWAxfDL2j4