Jornada en
mi querida A Coruña, la ciudad en la que nadie es forastero. Almuerzo con dos
Directores Generales y una serie de reuniones muy interesantes, valiosas, fructíferas.
La vuelta, accidentada por la tromba de agua que ha caído un día más sobre
Madrid.
He
disfrutado de un vídeo TEDx de 2015, con más de 13 M de visitas, ‘Qué es una
buena vida. Lecciones del mayor estudio sobre Felicidad’, de Robert Waldinger
(1951), psiquiatra de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard: www.ted.com/talks/robert_waldinger_what_makes_a_good_life_lessons_from_the_longest_study_on_happiness/transcript
Robert
Waldinger inicia su exposición con un estudio sobre milenials: el 80% lo que
desea en la vida es ser rico y otro 15% ser famoso. Afortunadamente, hay un
estudio sobre la felicidad (el Harvard Adult Development Study) de casi 80 años
a centenares de personas que estudiaron en la prestigiosa universidad y otras
que procedían de uno de los barrios más deprimidos de Boston. De los 724, unos
60 siguen vivos (en total, han tenido unos 2.000 hijos) y uno llegó a ser
presidente de los EE UU (JFK). Unos subieron en la escala social… y otros
descendieron por la misma.
Los
hallazgos del Harvard Study for Adult Development (www.adultdevelopmentstudy.org),
del que el Dr. Waldinger ha sido el cuarto director en estos tres cuartos de
siglo, son principalmente tres:
- “Las
conexiones sociales son muy buenas para nosotr@s. La soledad mata”. Mata tanto
como el alcoholismo o el tabaco. Las personas más conectadas a sus familias, a
sus amistades, a la sociedad en su conjunto, son más felices, están más sanas y
viven más años. El aislamiento resulta tóxico (el 20% de los americanos confiesan que están solos).
- “No es
el número de amigos, ni tener pareja o no, sino la calidad de las relaciones lo
que importan”. Una relación tóxica es peor que un divorcio. Para predecir cómo
estarán de sanos a los 80, basta de comprobar las relaciones de las personas los 50, si éstas son
felices y desgraciadas.
- “Las
buenas relaciones no sólo protegen nuestros cuerpos, sino también nuestras
mentes”. Una relación de afecto es enormemente tónica.
Estas tres
claves se resumen en una: “Las buenas relaciones nos mantienen más san@s y más
felices. Punto”. No se trata de fama, ni de fortuna, sino de relaciones con los
demás.
Aristóteles,
mi coach favorito, insistiría en que el ser humano es un “zoos politikon”, un
animal social.
¿Por qué
no aplicamos esto que ya sabemos (científicamente)? Estoy con Robert Waldinger:
a las personas nos gustan las soluciones inmediatas, instantáneas; las
relaciones pueden ser complejas, complicadas, caóticas, inacabables. Hay que
construirlas día a día.
Robert
concluye con una cita de Mark Twain, que supuso una brillante reflexión sobre la vida de
este gran escritor:
“There is
no time
So brief
is life
For
bickerings, apologies, heartburnings, callings to account.
THERE IS
ONLY TIME FOR LOVING,
And but an
instant, so to speak, for that”.
“No hay
tiempo, tan breve es la vida, para disputas, disculpas, animosidades, pedir
cuentas… Sólo hay tiempo para amar. Y sólo un instante, por así decirlo, para
eso”.
Gracias al
Dr. Waldinger, a sus antecesores y a todos los equipos que han trabajado en el
Harvard Study of Adult Development desde 1938.
Dada la
importancia de las relaciones en la felicidad, la salud y la longevidad de
nuestra propia vida, te propongo:
- Hacer un
MRF (Mapa de mis Relaciones para la Felicidad), con las fortalezas y
oportunidades de mi tándem (partner vital), mi T5 (mi quinteto de familiares y
amig@s), mi T50 (las 50 personas más importantes de mi vida) y mi T150 (el
número de Dunbar, máximo de relaciones cercanas). Te animo a que revises tu Memesfera.
- A partir
de esa reflexión, y para optimizar tu Felicidad, elaborar una personal
“parrilla ERAC” (a quiénes eliminar, reducir –el contacto-, aumentar y crear).
Un plan de acción de nuestras relaciones.
- “Marcar”
(promesa de valor) nuestras relaciones, desde las claves de la Felicidad (Sonja
Lyubomirsky): la gratitud, el optimismo, la fluidez, la amabilidad; evitar
darle demasiadas vueltas a las cosas, practicar la resiliencia y acabar con el
rencor (perdonar); establecer objetivos, vivir nuestros valores, practicar con
otras personas el ejercicio físico y mental.
Disfruta de
las mejores relaciones para tener una buena vida.